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miércoles, 13 de junio de 2012

PORQUÉ NO PUEDES VIVIR EN LA SACIEDAD

Cada día cuando te levantas, sientes que eso que llamas vida es una obra inacabada, que le algo le falta para estar completa, que es un cacharro estropeado por uno o varias razones. Vas al mundo y le cuentas a todos lo incompleta que está esa cosa llamada tu vida y le das todos los detalles de lo que le falta. Es un mueble siempre roto, al que le falta un cajón. Así pasas por el día, con esta sensación: "ay si mi mueble Vida tuviera este cajón, qué distintas serían las cosas". Desde ese estado interno emocional y mental de prisa continua por completar tu vida, desempeñas todos tus actos. Desde el más mínimo hasta el más sofisticado. Esa aunsencia de saciedad vital es un estado interno de consciencia que te hace correr, hablar y actuar como una marioneta. Es un hambre insaciable, porque esa cosa llamada tu vida parece que siempre está falta de algo para que por fin puedas decir "ahora sí voy a celebrar mi existencia". Ya se fue esa deuda, ya se curó ese pariente, ya resolví esta enfermedad, ya gané ese puesto de trabajo, ya tengo a esa persona especial en mi vida.
Pero qué pasaría si el universo nunca estuviera con un pata coja como tú crees y esa cosa escurridiza y tan mentada llamada tu vida fuera ya una entidad completa, impregnadísima de todo lo que necesitas, harta de saciedad. Qué pasaría si tú mismo ya no pudieras más con tus eternas quejas y berrinches sobre los deperfectos de ese  continente llamado tu vida y tomaras una desición radical: vivir en la saciedad vital. Descubrir por ti mismo que tu vida y Vida son la misma cosa y por lo tanto si Vida ya es en sí misma un fenómeno completo, entero, en el que nada puede faltar porque es una unidad saciada en sí misma....y tú como partícula de "eso" ya eres eso y contienes todas sus cualidades...entonces te percatarías de la tremenda disfuncionalidad que es vivir cada día intentando reparar esa maquinaria que llamas tu vida, como si fuera un electrodoméstico al que siempre le falta una pieza. Desde esa saciedad vital a la que te insto a vivir, podrías pensar, sentir y actuar como un ser completo ya y estos pensamientos, sentimientos y actos tendrían una calidad desconocida por ti hasta ahora: la calidad del estado de consciencia de sentirse satisfecho ya, ahora mismo, sin que haya que reparar nada en ese electrodoméstico llamado "mi vida". ¿Y esto significa que no debas cumplir metas ni lograr cosas? No, esto significa que tu estado de fondo ya no es de eterna y cansina necesidad vital, de eterna y agotadora hambre de más, sino de una entereza y completitud en el vivir que te haría tomar desiciones sumanente alineadas con tu bienestar. No es lo mismo enviar un e-mail profesional desde una hambruna vital jamás satisfecha, desde una ansiedad milenaria que casi todos llevamos a cabo, que desde una sensación visceral de que la Vida ya es completa en sí misma. No es lo mismo compartir con un ser amado desde esa desnutrición emocional que te han enseñado, de sentirte siempre falto de amor y de aprobación, que compartir con otro ser humano desde una saciedad amorosa, sabiendo que el amor te perteneces porque tú eres eso. No es lo mismo comprar un objeto, un vestido, un coche, una máquina, desde la sensación de que sin eso no eres completo, a comprarlo desde la absoluta convicción de que eres ya sin "sin eso" una criatura bella y entera.
La razón por la que no puedes vivir en la saciedad es porque te enseñaron desde pequeño a creer que la vida está siempre incompleta y que hay que repararla todo el rato con la prisa de un pelele. Y te enseñaron que todo el rato tienes que estar roto por dentro, afligido y ansioso porque ese mueble llamado tu vida no se arañe o rompa. Y lo ves todos los días en los demás y entonces concluyes que ese modo de vivir es el único. Personas totalmente completas en sí mismas te cuentan que sin la aprobación de otro ser humano no pueden vivir, entonces conluyes que vivir tiene que ser así. Lees los periódicos y ves la disfunción mental de todos esos seres y crees que realmente tienes que vivir persiguiendo la abundancia. Eres como yo y como todos un pelele en manos de una disfunción para vivir. ¿La pregunta es que hasta cuándo? Cuánto tiempo necesitas vivir en esa eterna hambruna vital sintiendo que si no se repara esta u aquella cosa nimia no podrás celebrar a la existencia. ¿Cuántas más quejas necesitas? Apúrate  en crecer en la saciedad porque vivir es un asunto serio que no tiene reemplazo. Apúrate a avanzar porque el barrio necesita gente alegre y satisfecha. Apúrate en percibir completa la vida que eres porque aquello que eres desea expresarse a través tuyo y te está esperando que abandones las excusas para hacerlo. Apúrate a percibirte completo.  Completamente vivo. Vive ya  en la saciedad.