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viernes, 2 de noviembre de 2012

APRENDER A DEJAR DE SUFRIR

Vivo en un continuo sentimiento de amenaza y destrucción. Siento todo el tiempo que mi vida puede ser amenazada, que todo lo que importa puede destruirse en cualquier momento. Mi sensación desde que me levanto es de una especie de gran frustración y quejido crónico, algo que por otro lado considero normal. ¿Acaso no vive todo el mundo así? 

Usted sencillamente es usado por su mente. Todos esos sentimientos pertenecen a un árbol: Usted cree y se percibe como un yo aislado en continua amenaza, vive en base a un pensamiento, porque solo es un pensamiento: "tengo un yo que los demás quieren herir, que puede quebrarse en cualquier momento, que odia y ama según sus estados de ánimo, un yo separado de la existencia, solo, abandonado a un destino indiferente" Esa voz en la cabeza la tiene casi todo el mundo, pero eso no significa que esos pensamientos reflejen la realidad de su ser.

La vida en general no me interesa en absoluto, saber qué es  eso de la Vida como algo integrante de todo, me tiene sumamente indiferente. No me interesa en absoluto nada que no tenga que ver con mi historia personal, mis afectos y mis resultados. Todo el día pienso solo a lo concerniente a lo que llamo "lo mío" y sufro casi todo el día por esto. Solo me interesa que lo "mío", es decir mis posesiones, mis relaciones y mi mundo no se alteren por nada. Cuando voy por la calle jamás estoy en paz, no me interesa nada que no sea pensar en mis asuntos. Así ha sido desde que he nacido. A veces he tenido algunos momentos de bienestar, pero apenas ha habido un cambio en mi vida, esos sentimientos han pasado a la frustración inmediatamente. Siento que existe un mundo externo que no tiene nada que ver conmigo, y que soy víctima de ese mundo. Algunos tienen suerte y no son víctimas de ese mundo. No pienso jamás que los demás puedan sufrir lo mismo que yo, solo me interesa mi propio dolor y hablo de ello a los demás todo el tiempo que puedo, o me lo callo y voy por la vida con un humor sombrío. 

Lo que usted es y la felicidad no tienen ningún opuesto. El Ser que es su esencia más allá de todos esos guiones cinematográficos con sus verdugos y amigos, ambos intercambiables, reside en el reino de los no pensamientos. La iluminación no es que usted deje de pensar, sino que usted observe a sus pensamientos como si observara a un perrillo que ladra y ladra y sea capaz de elevarse por encima de esos guiones de cine, en los que usted siempre sale herido. Usted piensa que la vida, que su vida, es ese pequeño yo y vive en base a él, en base a que ese pequeño retazo de existencia aparte, jamás sea herido, o corrompido de algún modo. Como esa es su percepción de la realidad, verá retazos en todas partes y hablará una y otra vez de lo malo que es el ser humano. Ese es su estado de consciencia y eso será lo que experimentará en su mundo físico, en el mundo de las percepciones. Usted en realidad está percibiendo solo un baile de moléculas sin interpretación previa, pero su mente le dirá que ese baile es hostil para usted, que la existencia está en su contra y así nacerá para usted el miedo y todos sus derivados: ira, envidia, autocompasión, odio, rencor, dolor emocional en todos sus grados. Usted ha tomado esa decisión inconsciente: hacer del mundo perceptual su enemigo. Por ende eso será lo que vivirá. Solo le interesarán las noticias que tengan que ver con lo que usted ha inventado sobre usted. Su frecuencia vibratoria será afin a todo ese drama y lo re-creará en su vida una y otra vez. Habrá perdido de vista algo que es usted todo el tiempo, el ser incorruptible que es más allá de todo placer, de todo dolor, de toda "circunstancia" y será un mendigo y un esclavo de su mente. Solo lo dominará el miedo y el miedo guiará todos sus actos y palabras hacia los demás. Hablará d miedo, y actuará desde el miedo. Ese será su mundo y hasta que no se eleve por encima de sus propios pensamientos experimentará un mundo hostil, con algunas pinceladas de bienestar o mejor dicho, placer efímero, pero no será capaz de sentirse realizado solo por vivir, su guión cinematográfico sobre lo que usted cree ser se apoderará de usted desde temprano. Pero hay un instante en la mañana, en la que usted no es usted, no tiene ese yo, antes de cualquier pensamiento sobre lo que considera que es la vida, su vida, existe como una esencia, como una presencia constante y eso es usted.

Pero si vivo pensando que no tengo un yo ¿qué pasará conmigo y mis relaciones? No me volveré acaso un ser indiferente a los demás  y frío . No puedo creer que exista una vida sin sufrimiento ni dolor. No deseo eso en mi vida, pero no concibo vivir sin pasión. Yo creo que la pasión estriba en sufrir mucho por todo. 

Ahora usted está muerto en vida. La vida única le pasa por un costado y no la ve porque está poseído por su mente. Así que no perderá su vida si vive con la mente más tranquila, no puede perder algo que usted es. Y ahora usted no ve la realidad de los otros seres humanos, porque no percibe su propia realidad. Está atrapado en un mundo de formas destinadas a desaparecer y lo único que desea ahora, sin saberlo, es huir del dolor y conservar el placer. Eso, es la esclavitud, eso es la muerte. Que millones de personas vivan así, no significa que eso sea  una vida plena- La vida en su magnífico esplendor no es percibida como tal, sino solo formas que o le gustan o le disgustan y usted pasa todo el día en esta dolosa dualidad: esto me gusta, esto no me gusta. Así fragmenta mentalmente algo que es único y dinámico, la vida única que existe inherente a todo. Más allá de sus disgustos y gustos intercambiables, usted es siempre esa presencia silenciosa, sin guión cinematográfico dramático, sin amenaza del medio ya que usted es el medio que percibe- Hasta que no comprenda esto, su vida es una sumatoria de sufrimientos intercambiables. Buscará continuamente culpables "externos" de su falta de plenitud y estos verdugos solo son personajes que se repiten hasta la saciedad. El amigo de hoy, será el enemigo de mañana. Así funciona la mente del ego, esa falsa percepción de usted mismo- Usted ha incorporado la idea de que existe en un tiempo cronológico, con un pasado que solo se repite, cuando usted en realidad siempre ha existido ahora. El pasado que le hostiga es una idea que tiene en su mente ocurriendo ahora, el futuro que tanto le inquieta, es solo otro pensamiento ocurriendo ahora. Mientras usted sea un mendigo y un esclavo de su mente, su frecuencia vibratoria se mantendrá baja, por lo tanto deberá experimentar la vida única como sufrimiento. Hasta que no sea un compasivo observador de sus pensamientos repetitivos, el dolor existirá siempre. Las formas son pasajeras y usted querrá retenerlas a toda costa. Usted perseguirá así siempre una ilusión. Pero usted puede elevarse sobre eso y trascender su idea del mundo. La mayor parte de las veces, las personas tienen que experimentar un quiebre profundo de su "mundo", a través de una enfermedad, una pérdida importante, un hecho muy dramático para abrirse a la dimensión real de su ser. Solo cuando su mundo se quiebra en todas sus formas, usted puede ver que existe intacto más allá de todo ese dramatismo. Eso es el despertar y toda la humanidad está destinada a ello. Un día se reirá de sus falsas percepciones y podrá sentir la calma chicha del Ser que es Usted, la calma subyacente a todo lo que existe. Esa calma es su esencia profunda y puede saber que es una experiencia cuando la siente cuando las cosas "van mal". Usted ya sabe que las cosas "van mal" muy a menudo, así que cuando sienta paz pese a esa falsa percepción de que todo "va mal" usted ha conquistado algo precioso, una joya, su brillo interior más allá de toda forma efímera. Comprenda que todo en su mundo está destinado a disolverse en el mundo no manifestado de las formas, si no se aferra a ninguna forma, puede vivir en paz en el mundo de las formas. Pero ya no tendrá esa tortuosa sensación de gusto o disgusto hacia algunas de ellas. Ya no estará fragmentada la vida a su alrededor, ya no sentirá que debe elegir entre el bien y el mal. Estará curado por lo tanto su mundo externo espejará esa cura. Solo entonces usted será útil. Su paz emanará con tal fuerza que atraerá todo lo que necesita sin necesidad de tortuosos esfuerzos y su presencia calmará a otros. Su paz será consonante con la paz de los demás y entonces usted realmente estará haciendo algo por "el mundo", no a través de la queja crónica. Si de verdad quiere mejorar este mundo, estese en paz cuando las cosas de su "mundo" vayan mal o muy mal. Su paz es el regalo que usted hace a la Vida que lo ha creado. Su paz es la música de su espíritu más allá de la percepción del mundo externo. Usted ya no tendrá un yo pesado y cansino que todo el tiempo los demás deben atender y satisfacer. Usted ya no está ahí para ser herido, corrompido, roto, ofendido. Usted ya no existe como un yo pequeño hambriento de aprobación. Usted ya no se percibe separado de la Vida que lo ha creado y la disminución del miedo será el síntoma que notará- No vivirá con emociones bajas, sino con una alegría que no conoce opuestos. No es una euforia tonta, no es la alegría del placer, es un bienestar sosegado y calmo, incorruptible.

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