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domingo, 13 de diciembre de 2009

AMOR, APEGO.

Todos vamos en el mismo viaje de entendimiento hacia el amor como unidad.

Todo conflicto nace de la ilusión de existir separado de la fuente de Vida y de los demás seres. Esa ilusión se llama ego y su pilar estructural mental y emocional es : existo aparte

El amor no es apego, posesión, celos, envidia, ansiedad, desesperación, manipulación, control, sino la ausencia de todo eso. Sólo en ausencia de todo eso hay amor. La presencia de todo eso no es amor, sino apego. Lo contrario del amor no es el odio, sino el apego. El apego es la base del odio.

El amor deja en libertad, permite, comprende, colabora, no es para "mí" sino para todos. No es para mi placer, sino para el bienestar de todos, no es para llenar mi vacío, sino que quita la ilusión del vacío.

El apego es pensar sólo en uno mismo. Es desvinculante, aunque parece que vincula. Es excluyente, aunque parece que no. El apego excluye a la vida, porque excluye a todos los seres que están fuera de la forma obsesiva que tome el apego: "nosotros", ese "nosotros" sólo incluye a ti y tu objeto de obsesión, que puede ser otra persona, un grupo, un organismo. El apego es contrario del amor, porque todas las energías del apego están dirigidas a la auto-satisfacción inmediata del ego. Y el ego es ilusorio. El apego te lleva a pensar sólo en tu gratificación, y no en lo que siente la otra persona. El apego nunca te llevará al servicio. El apego nunca te llevará al gozo.

El amor y el servicio es lo mismo. El servicio es la acción que cumple el amor. Es pensar en los demás e incluirse a uno mismo como parte del mismo tejido que los demás. El amor te lleva a prepararte para ser mejor para ti mismo. Te lleva a explorar tu potencial para darlo, te lleva a estudiar, a comprometerte con los otros, a moverte de tus zonas de confort, a dejar lo conocido para abrazar lo desconocido, a levantarte con energía, a estar contento porque tu espacio interno tiñe la el espacio colectivo. El servicio te lleva a no poner excusas para tu formación, a hacer preguntas, a tener paciencia, a trabajar diariamente para buscar lo mejor de ti, sin quejas, sin culpar a las circunstancias, con un infinito agradecimiento de poder servir. Pero el servicio no es sacrificio ni auto-exigencia extrema. El sacrificio es parte del ego. El sacrificio te excluye a ti y tú eres parte del todo. El servicio nunca es sacrificio, pero exige cierta dosis de templanza, perseverancia, confianza y disciplina para cumplirse como amor.

lunes, 23 de noviembre de 2009

EN LUGAR DE TENER UNA VIDA, SÉ LA VIDA

En lugar de tener una vida, sé la Vida.

La creencia errónea estructural del ego es “existo como un yo aislado de todo lo demás”. De esa identificación con el falso yo que nace de la educación recibida disfuncional, nace el miedo que es el “síntoma” de esa ilusión de aislamiento. Como el ego, el falso yo, se ve aislado de la totalidad que es tu verdadera realidad, hará todo lo posible para que le creas y el modo más efectivo de hacerte su súbdito, es inventar una novela, una historia personal con la que te identificas. Eso es lo que la gente llama “mi vida” con todos sus personajes y escenarios, sus villanos y héroes. El yo falso basa toda su fuerza e identidad en el pasado. “Lo que ellos me hicieron, lo que fui, lo que me enseñaron, lo que he hecho a los otros, lo que nunca hice, etc”. Pero todo esto es el “contenido” que es intercambiable, el “continente”, el yo falso es estructural. Eso significa que da igual el contenido de esa “historia”, la estructura: “lo que otros me han hecho” es lo que se mantiene inalterable, sea cual sea el “contenido”. Es cuando pensamos que tenemos “una vida”, y nos aferramos inalterablemente al pasado, sea cual sea el contenido del pasado. Nos identificamos con nuestra historia. Creemos que somos ese personaje de esa novela, un personaje que por supuesto sufre, obtiene, se frustra, triunfa, gana y pierde. Cualquier conversación que oigas de la gente en la consciencia ordinaria de pensamiento (la que tenemos casi todos) tiene una estructura “yo y mi historia” y casi todas esas conversaciones son quejas hacia los villanos del cuento personal que cada uno haya inventado y llame “esto es mi vida”. Por la estructura misma del ego o yo falso, toda esa historia es tremendamente creíble para el propio ego y los egos ajenos, que refuerzan esa novela con más quejas y comentarios orientados a darle fuerza al “yo”. Eso es poner papelillos con nombres, rotulillos, en lo desconocido. La realidad última y profunda de toda forma de vida es insondable. Es inconmensurable. Los físicos cuánticos son muy claros al respecto: el átomo que nos conforma a nosotros, no es “una cosa que forma las cosas”. Está casi en el 99,999 por ciento vacío. Es decir que tú, tu historia y los villanos de tu historia, están casi vacíos al cien por cien. Lo que significa que lo que llamamos “las cosas, las gentes, los animales, etc” no están “quietecitos formando estructuras sólidas y pétreas”. El mismo Max Planck , decía que las partículas “son tendencias, conceptos, ideas”. Esta es la idea radical que debes tener para acceder a una consciencia superior. Pero es tan radical el cambio de estructura que debes hacer, que al ego le resultará muy difícil comprenderlo a través de la mente convencional. Adiestrada a ver el mundo “como una cosa ahí fuera, aparte del experimentador, que se cree una pobre víctima de esa cosa que llama el mundo. En un universo de vacío, dónde la solidez es inexistente cuando hurgas en la realidad última de todo, tener una “vida” es sólo un concepto. Una ilusión que crea el ego para mantenerse vivo. Tú eres Vida que pasa por el hueco del ahora. El ahora es el único momento que existe. Pasado y futuro son estructuras mentales para poder experimentar la Vida con el tiempo de reloj, pero son ilusorios si lo investigas en su estructura fundamental. Ya que el pasado ha sido otro “ahora” y el futuro es otro “ahora”. Si tienes “una vida” es la misma Vida que es la fuente no manifestada de todas las formas ocurriendo ahora. La Vida es “tu vida”. Y la Vida siempre es cambiante y ocurre sólo ahora. Por eso los maestros zen hacen énfasis en que toda enseñanza espiritual estriba en estar “aquí y ahora”. Y¿ cuál es la novela, el culebrón que ocurre “aquí y ahora”? Eso dependerá del grado de amigabilidad que tengas con el contenido del momento presente. Pero si te amigas al momento presente, lo que llamas “mi vida” es Vida a secas. Vida sencillamente. Y si tu jugada en el partido de la vida ahora, es amistosa, “ahora”no hay villano, ni drama, ni pasado que dicte tus acciones y pensamientos. Eso es lo que en el Antiguo Testamento se le llama “nacer de nuevo”. Es la diferencia en “tengo una vida” de la visión del ego, a “Soy Vida” de la visión amplia e infinita de la consciencia infinita que eres en realidad. Sé uno con la Vida en este momento, viendo desaparecer la solidez de esos bordes que llamas “mi historia, mi vida, mi drama, mis villanos, mi pasado”. Entonces, al perder “tu vida” (lo que no eres) ganarás la infinita complicidad de la Vida que eres. Es cuando el universo, la Vida coopera contigo porque tú cooperas con la Vida. Pruébalo.

martes, 17 de noviembre de 2009

TALENTO

Talento:
" Ser talentoso es ser un orificio en la flauta dónde suena la música del universo"
Cristina Bergoglio.


Cuándo me preguntan de dónde viene el talento,respondo que de toda la población del planeta no hay nadie en absoluto que no pueda expresar talento. En realidad el fenómeno no es "tener talento" porque eso indicaría que es la flauta la que "tiene la música" y no el instrumento que la expresa. El fenómeno que se da en todo humano que se expresa con inteligencia, consiste lisa y llanamente en el grado de "desaprender la mediocridad" y exploración por sí mismo de esa "música" que viene a expresar a través suyo. Igual que un instrumento musical de aire "no es la música", pero la música pasa por él.
¿Tiene talento una flor? ¿Tiene talento un delfín?¿Tiene talento una montaña? No lo "tienen", lo "expresan" porque ni la flor ni el delfín ni la montaña tienen un yo falso que es dónde se cocina, a través del condicionamiento social y familiar, la idea de lo posible y lo imposible. Ninguna flor madre le dice a su flor hija: "no puedes expresarte, no lo conseguirás, no te dejarán hacerlo". Por eso el humano es la única criatura que aprende la "no expresión de sus talentos" a través del mecanismo del miedo y el miedo es la raíz de todo conflicto, violencia y dolor humanos. El resto de las criaturas sensibles no viven el sendero del miedo, sino el del amor, dónde el talento es una condición natural. La única diferencia entre una persona talentosa y otra que no lo es, es el grado de domesticación hacia su brillo, o hacia su opacidad. Pero no existe ningún "ser especial" en un universo tan generoso que se desmarque de los demás, porque ese ser "posea" un don. Es literalmente imposible que un ser humano "no sea talentoso", del mismo modo que es imposible que un delfín no sea talentoso. la Naturaleza expresa el talento "que es", porque no tiene un "yo falso o ego" con voces interiores que dictaminen que no pueden expresarlo. En las condiciones psicológicas, espirituales y volitivas (acción) apropiadas cualquier humano puede ser un instrumento de la genialidad que es una cualidad universal y no personal. Con las condiciones adecuadas de educación, cualquier humano puede ser "esa flauta" dónde pasa la música del universo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

LOS CINCO SENTIDOS

Me pregunto quién está más inmerso en la realidad, cuya comprensión profunda nos ofrenda la física cuántica: un hombre desprovisto de dos de los cinco sentidos perceptivos como Daniel Alvarez, u Oscar Negreira, invidente, un excelente deportista que ha escalado cumbres de cotas muy altas, en condiciones extremas y que es a su vez un hombre muy preparado. O lo está cualquier ser sintiente con plena capacidad de sus funciones perceptivas, pero que es incapaz de celebrar con agradecimiento la experiencia vital. La experiencia del mundo físico es una superstición que hemos aprendido, confiando exclusivamente en nuestros cinco sentidos. Esta superstición acepta la experiencia sensorial como la prueba definitiva de la "realidad" del mundo físico. En este paradigma, en que todos estamos atrapados por condicionamiento social, solo es "real" lo que podemos tocar, ver, oír, oler y degustar con nuestros órganos de percepción. Sin embargo, desde hace ya muchos años, los físicos cuánticos, nos develan una realidad más mágica e incluso más "real", donde hasta la idea de que un objeto es sólido y desconectado de lo demás, es un absurdo, en un caos de energía, vacío e información que parece ser, efectiva y experimentalmente, el universo que habitamos. El ser humano solo usa el 5 por ciento de su capacidad intelectual, porqué habría de sorprendernos, sin quitar mérito a su tremenda capacidad de superación, el tremendo potencial de Daniel, al comunicarse con el mundo de un modo tan o más efectivo que cualquiera de nosotros.

Todo aquello que percibimos con los sentidos nunca nos llega de manera directa ni limpia de interpretaciones. Para que una persona de otra raza te produzca aversión a través de la vista, el cerebro ha tenido que realizar múltiples asociaciones con experiencias del pasado, y todas las experiencias del pasado tienen a su vez sus interpretaciones que te llegan a través de la autoridad de otras personas sobre ti. Si fueras ciego de nacimiento y conocieras a una persona de raza negra, sin el sentido de la vista, tu mente está menos contaminada para crear la idea de que debes odiar a esa persona o sentir aversión por esa persona. Sencillamente en tu cerebro no hay registro de lo que significa visualmente una persona de otra raza, por lo tanto la inhibición de ese sentido, facilita la comunicación con alguien diferente a ti. Sin que tengas que experimentar la ceguera física, te invito a que consideres este ejemplo para investigar conmigo cómo la interpretación de la memoria a través de las imágenes es lo que nos hace odiar, amar, sentir placer o dolor ante la realidad que acontece totalmente sin interpretar ni etiquetar. Para una persona ciega la posibilidad de que existan cosas “feas” es mucho más lejana que para una persona vidente. Existe para ella por supuesto lo análogo a feo, que puede ser desagradable a los otros sentidos. Sólo quiero conducir tu mente a un estadio de entendimiento en el que comprendas que todo aquello por lo que sientes aversión no es más que una imagen que tienes en el cerebro asociadas a otras imágenes que producen en ti aversión y que tienen que ver con lo que has experimentado en el pasado. Si eres capaz de mirar todo con la falta de interpretación de un invidente, es decir que si eres capaz de mirar a otro libre del pasado, libre de toda interpretación, libre de toda imagen, entonces ocurre la comunicación, lo que realmente es el amor. Para amar debes volverte ciego a toda imagen almacenada en la memoria, de ese modo todo lo que percibas te llegará tal cual es, sin la condena ni la justificación que hacemos a través de la interpretación. Ese modo de mirar limpio de etiquetas, denuncias, ideas, creencias preconcebidas, heridas emocionales, es el modo de mirar de la belleza. Porque todo lo que mires así, te parecerá inevitablemente bello, nuevo y fresco. Y de este modo de mirar libre, realmente libre, no puede ocurrir el conflicto. No puedes estar en conflicto con algo que es siempre nuevo y que no lo censas con tus sentidos. Sólo mirando ciego de prejuicios estás viendo realmente.

CristinaBergoglio

lunes, 9 de noviembre de 2009

LOS TRES PACTOS DE AMIGABILIDAD

Primer pacto con la amigabilidad del Universo: No le creas a los sentidos: nada es sólido, o al menos no tan “sólido” como parece. Somos energía vibrando en distintas frecuencias. Pero que ese conocimiento se convierta en sabiduría, no es indiferencia hacia la vitalidad del juego que jugamos en la Vida. Si logramos que este “conocimiento” intelectual colabore con el corazón, y vamos por la vida con la inocencia de un niño pero con la sabiduría de un maestro, todo en la vida nos será amigable.

Segundo pacto con la amigabilidad del Universo: No le creas a los demás. Cada persona vive su propio sueño personal, con su propios paradigmas en interpretaciones de la totalidad. Según lo fuerte que haya sido su “domesticación hacia el olvido” de lo infinito que es, reaccionará ante ti. Pero no es nada personal hacia ti. Reacciona según su aprendizaje, según su dolor emocional acumulado. Según su fardo de pasado. Según sus elecciones sobre la felicidad y el sufrimiento. Si te agrede, si te dice que no vales, si te dice que eres feo, tonto, que no puedes, que la sociedad dice que no puedes, que te odia, que todo va mal, recuerda: no es nada personal hacia ti. Está en su propio sueño y te mira con sus gafas. Así que no le creas cuando te habla de tu valor. Ni para enaltecerte ni para hundirte tiene autoridad. Eso no significa que no podamos agradecer cumplidos o aceptar amistosamente críticas. Ambas pueden construir nuestro pacto con la libertad. Pero creer las creencias sociales es una forma de romper el pacto de amigabilidad con el Universo, ya que la mayoría de las creencias sociales no provienen de la amigabilidad con el universo sino del miedo hacia el Universo. Todo depende del grado de amigabilidad con el que reaccionamos nosotros, no el otro. Debemos hacernos cargo de nuestra mitad en este pacto de amigabilidad. Nuestra mitad en el pacto es la única que nos vale a nosotros, ya sea con la pareja, con los padres, con los colaboradores, con los dependientes, incluso con nuestro perro.

Tercer pacto con la amigabilidad del Universo: no te creas a ti mismo. Hemos sido domesticados para no percibir directamente nuestra amigabilidad con nuestra infinita Belleza y Potencial. Pero quienes nos han domesticado también han sido domesticados. Así que no vale culparles. Sólo cuenta este momento en este pacto con tu diálogo interno, no las voces del pasado ni las de nuestros educadores. Has sido domesticado para tener un severo juez interno, que se juzga permanentemente por todo, por su cuerpo, por sus actos, por su pasado, por sus palabras. No has sido domesticado para amarte, porque casi toda la sociedad vive en el paradigma equivocado. La inteligencia que ha creado toda la existencia te ha creado a ti, eso es un hecho que no necesita de ninguna creencia ni nombre ni título para etiquetar esa inteligencia. Estás en el planeta como creación, es un hecho. Es indudable que la inteligencia que te ha creado, que ha creado la perfección de cada una de tus células, te ama. Por lo tanto, no te creas a ti mismo, cuando tu diálogo interno dice que no vales, que nadie te amará, que no tienes el cuerpo o el talento apropiado, que no tienes el dinero apropiado, que no tienes la salud apropiada, que no tienes las herramientas apropiadas. Todo eso puede ser cierto sólo para algunos otros soñadores que te exigen una perfección que no existe. Nadie es perfecto en la superficie, pero sí en la profundidad, dónde cada creación es bella e infinita. Pero recuerda cuando te juzguen y esos juicios te lleven a juzgarte: ellos están en su sueño y no es nada personal. En este infinito ahora, en este infinito espacio que abarcas, lo tienes todo. Y todo en ti es Belleza. Por lo tanto si no le crees al juez interno, estás dejando que hable el sabio interno. La voz que susurra , cuando se calla el juez. Y esa voz te irá guiando paso a paso si la escuchas. El tercer pacto de amigabilidad con el universo es este: no le creas al juez interno que juzga todo lo que haces como “bueno o malo”, esa es la voz de la domesticación. Si has tomado una decisión que no ha traído felicidad para ti y los demás, lo sabrás porque el cuerpo te lo dirá con señales de incomodidad. Se está expresando el corazón a través del cuerpo. Hazle siempre caso al cuerpo, en su malestar hay un gran mensaje. Pero culparse no sirve de nada, es romper el pacto de amigabilidad contigo mismo. No lo volvamos a hacer, pidamos disculpas siempre que podamos y continuemos el viaje sin darle de comer al juez interno. ¿Qué parte de tu cuerpo es “fea” en esta magnífica creación que es tu cuerpo individual e irrepetible?. Nada es ti es feo, es literalmente imposible que haya algo feo en ti. Verás que cuando celebras tu infinita belleza, cuando la agradeces de verdad sin juzgarte, (aunque en el momento haya desarmonía), el cuerpo se estabiliza en su peso y en su bienestar porque “se alinea” con los ritmos del universo, que siempre son bellos.

Estos son los tres pactos de amigabilidad con el universo, siempre son pactos con el momento presente, el único momento que existe. La joya. Si logramos serle leales a estos pactos, la amigabilidad del universo que es su verdadera voluntad, se expresará a través de nosotros en nuestro sueño personal y único.

domingo, 8 de noviembre de 2009

SOÑADOR MÁGICO Y SOÑADOR AL ACECHO

SOÑADOR MÁGICO Y SOÑADOR AL ACECHO

La vida es un sueño, un sueño maravilloso pero es sólo un sueño. Quienes saben que la vida es sueño pasan por ella juguetones, alegres, optimistas y no reaccionan exageradamente ante los vaivenes del sueño. Saben que es un sueño, una ilusión, pero igualmente la disfrutan. Ya no son tan reactivos. Si alguien les insulta, o les dice:" eres feo, tonto, pobre, nunca llegarás a nada", las personas que saben que la vida es sueño, sonríen y no se creen esas afirmaciones, porque saben que en su Ser interno, ninguna de esas cosas es verdad. Se sienten uno con la Inteligencia, uno con la Vida, sabiendo que no son perfectos y que no tienen que demostrar que son perfectos a nadie, porque la Vida ya los ama, así como son, incondicionalmente. Entonces esos seres tan alegres, son muy agradecidos. Se despiertan por la mañana sabiendo que se despiertan a un sueño y agradecen todo: el cuerpo físico, los sentidos, las experiencias, los colores, los sabores, tener agua corriente, electricidad, techo, vestido. Puede apabullarnos lo tremendamente agradecidas que son las personas que viven el sueño como un sueño y no se toman todo a la tremenda. Pero luego estamos las personas que no sabemos que la vida es un sueño, además de no saber que es siempre un sueño personal. Nadie puede vivir nuestro sueño. Y los que no sabemos que la vida es un sueño, nos tomamos todo de modo personal. Tenemos la autoestima por los suelos porque alguien nos dijo que no valemos y le hemos creído, a ese "actor" del sueño. Hemos dado una importancia soberana a los actores del sueño y sus papeles. Alguien en el sueño nos dijo que ganar dinero es muy duro, que hay que protegerse de los otros, que pueden robarte, que pueden dañarte, que debes tener mucho cuidado con los demás, que no te enamores porque van a herirte, que no intentes hacer lo que te gusta porque al vecino no le ha dado resultado. Y como nos creemos a rajatabla el sueño , le creemos a rajatabla a los actores del sueño, que son maestros disfrazados de actores, para que aprendamos ciertos juegos divertidos espirituales, el juego de la vida. Pero las personas que ya han tomado cuenta de que la vida es sueño, viven de un modo despreocupado y alegre. Inician el día no buscando protegerse de los enemigos, yendo a los abogados que los protegerán de los enemigos, o preocupados por el alimento, sino que se sienten sostenidos por la Inteligencia más grande que creó el juego del sueño. Esos soñadores, son soñadores mágicos. Hacen de su sueño un sueño grandioso. Saben que todo es sueño, entonces no reaccionan violentamente contra otros, esos soñadores siquiera ven a "otros". Tampoco ruegan por el amor, no están hambrientos de amor, ya que lo perciben en todo. Los soñadores mágicos, saben que son el amor y al no estar hambrientos de amor, comparten con otros incondicionalmente y saben estar solos sin necesidad. Pero antes de ser soñadores mágicos, fueron quizás soñadores al acecho. Los soñadores al acecho, son como gatos agazapados siempre dispuestos a reaccionar, a estar violentos, a protegerse de los demás. No saben que están en un sueño y el sueño les parece extremadamente sólido y personal. Entonces hay que "defender" a toda costa ese sueño tan sólido y personal. La vida es algo que pasa alrededor, pero los soñadores al acecho no se sienten parte de la vida. Sino separados de ella. Esos soñadores no son mágicos, sus sueños están empobrecidos por el miedo y el pesimismo. Sus sueños tienen enemigos, tienen soledad, tienen carencia y tienen dolor. Y los protagonistas del sueño tienen un tremendo poder sobre su autoestima. Si un actor del sueño les dice: no te amo, el soñador al acecho se lo toma muy en serio y entonces él se dice a sí mismo: "si Ana no me ama, entonces yo no debería amarme". Y es cuando los actores del sueño comienzan a tener autoridad sobre la auto-estima del soñador. El soñador mágico piensa en cambio: "bueno, Ana, esta actriz de mi sueño, no me ama, pero existen 3.000.000.000 de mujeres en el planeta que pueden amarme, y no voy a centrarme en Ana, que es libre de soñar su sueño"- Al soñador mágico no hay manera que le convenzas que no es digno de ser amado, porque el soñador mágico "sabe" que es el amor. Puede que sienta tristeza y dolor, claro, pero no le convencerás de que no es digno de amor. El soñador mágico tampoco nos creerá cuando le digamos que carece de abundancia y que "debería" preocuparse por su subsistencia y preocuparse por todo en general. Verás que te mira con complicidad y que no podremos convencerle de que debería preocuparse por los asuntos de su sueño. Es probable que el soñador mágico nos exaspere por su actitud y que pensemos que es indiferente a los grandes dramas de nuestro sueño como soñadores al acecho, pero lo cierto es que podemos aprender de su paz interior y ver cómo hizo para hacer de su sueño algo hermoso. Entonces, por mi parte, mis maestros principales son soñadores mágicos. Los observo y observo su sueño. Si lo que dicen es acorde a su sueño, entonces no pueden engañarme y les tomo como referentes. A veces los soñadores mágicos no son parte de nuestro entorno inmediato y hay que buscarlos en los libros, pero esos libros es como conversar con ellos. Y los soñadores al acecho, o sea nosotros, tenemos dentro un soñador mágico que sabe que no es víctima de su sueño personal, sino un creador de su sueño personal. Y cuando damos con ese soñador dentro nuestro, ya nada nos parece tan terrible ni tan dramático y lo cierto es que aunque los soñadores al acecho vean raros a los mágicos , solo cuando eres un soñador mágico puedes ayudar a los otros con la elaboración de su sueño. Entonces, porqué tomarse tan a la tremenda a los actores del sueño y creerles cuando nos digan que somos tontos o lo que sea que digan. Tú eres el dueño de tu sueño, de tus interpretaciones del sueño, de tus percepciones del sueño, incluso si el sueño va a ser de miedo o de amor, todo lo decidimos nosotros. Pero lo cierto es que saber que la vida es sueño, no le quita vitalidad, ni le quita pasión, sólo le quita dramatismo y victimismo: las dos cárceles del soñador.

Cristina Bergoglio

miércoles, 4 de noviembre de 2009

QUIEN SOY. LA TAREA EN LA VIDA

La sabiduría védica de la India, dice que los humanos sufrimos por estas razones.

No sabemos quiénes somos en realidad

Nos identificamos con nuestro ego o máscara social, quien creemos ser

Nos acobardamos ante lo efímero e irreal, ante lo pasajero

Le tememos a la muerte y al cambio

Pero podemos decir que todas las causas están contenidas en la primera: en realidad no sabemos quiénes somos, y mejor dicho no sabemos: qué somos.

Si te pregunto ¿quién eres? La repuesta puede ser algo así: Me llamo fulano de tal, soy médico, soy ama de casa, mido 1,80 m, soy padre de tres hijos, soy ingeniero, soy de Ucrania, etc. Puede que te identifiques también con tu cuerpo y pienses que eres una máquina física y sólida que tuvo una fecha de nacimiento, y que está condenada a la entropía y al sufrimiento.

Sin embargo los físicos que estudian “qué es todo”, porque para eso están, nos revelan que el mundo físico no es sólido en absoluto, sino un caos de energía e información que se renueva constantemente. ¿Entonces porqué llamas tuyo a tu cuerpo y no llamas tuyo también al árbol que existe al otro lado de la ventana, a las estrellas, a las otras personas, a los animales, a toda la creación? Porque no nos han enseñado a vernos como realmente somos y le creemos a la experiencia sensorial y la tomamos como la prueba definitiva de lo que llamamos “realidad”. Sin embargo nuestra percepción de la tierra cuando experimentamos la vida es que es plana, pero todos sabemos que la tierra es redonda. También tenemos nociones sobre que el sol sale por el este y se pone por el oeste, pero esto nos son más que convenciones sociales que acordamos colectivamente para experimentar el mundo físico. Si somos capaces de comprender que del mismo modo que aceptamos socialmente que la tierra “parece plana” pero no lo es en realidad, y que las nociones de “arriba, abajo, este u oeste, norte o sur” son convencionalismos creados en la mente…también estamos en condiciones de aceptar que lo que llamamos “mundo físico” quizás no sea lo que creamos, y sea sólo una superstición que nos han enseñado nuestros educadores. Quizás no deberíamos confiar tanto en nuestros sentidos. Hoy estamos en condiciones de experimentar por derecho propio que la tierra es redonda, más no plana como se creía hace siglos. Te subes a un transnbordador espacial y puedes observar que esto es así, por experiencia propia sin que “creer en ello ciengamente”. Con la misma lógica, tú puedes experimentar quién eres en realidad y qué es la realidad si profundizas en el mundo de las partículas que crean todo eso con lo que convives a diario. Quizás no puedas crearte un acelerador de partículas casero y observar en estado puro las leyes del Universo (aunque el científico Michio kaku creó uno en su casa cuando era un joven estudiante!!), pero del mismo modo que no te subes al transbordador espacial para conocer por experiencia propia, que la tierra es redonda en lugar de plana como nos revelan los sentidos, puedes confiar en las personas que estudian al universo y sus leyes. Tampoco sabes por experiencia propia qué es exactamente la electricidad, sin embargo si yo te digo que la electricidad “no existe”, no me harás caso ya que la electricidad participa de tu existencia cotidiana y es parte de un conocimiento que tienes y experimentas, más no una creencia. Esto mismo razonamiento puedes llevarlo a todo aquello que crees en contraposición de todo aquello que sabes. ¿Porqué no convertir en un conocimiento quienes somos en realidad en lugar de creer ciegamente?

El tú esencial, el tú real existe como un ámbito de consciencia pura. Eres todos los cuerpos, todos los pensamientos, todos los objetos, todo lo que percibes en tu experiencia sensorial, sólo que no lo sabes. Y no lo sabes porque no te lo han enseñado. En un nivel profundo, allende al mundo de las formas, eres el Ser y no estás en ninguna parte y a la vez estás en todas partes. No existe otro tú, que el cosmos entero. Sé que este concepto es un poco abstracto, sin embargo si persistes en tu aprendizaje, este concepto puede elevar tu consciencia y esclarecerte mucho sobre quién eres en realidad. La consciencia infinita que se observa a sí misma crea la idea de observador, el proceso de observación entre el mundo y la consciencia es la mente, y el resultado de esa observación es el universo físico o mundo. El movimiento de esas relaciones crea sucesos y a eso le llamamos “tiempo”. El intelecto le cree a la experiencia sensorial de modo irrefutable y nos aprisiona en una red sofocante de tiempo, espacio y causalidad. En otras palabras el intelecto confunde la imagen de lo que “es” con lo que “es en realidad”.

Para quien está atrapado en la jaula del intelecto, todo es sufrimiento. Separamos al observador de lo observado y creemos ciegamente en los sentidos que nos revelan que “allí fuera” existe un mundo objetivo lleno de injusticias, de dolor, de maldad, de dualidad. Este es el comienzo del miedo, desde las pequeñas frustraciones diarias, hasta las guerras, el terrorismo, los fundamentalismos religiosos y todo lo que llamamos: el horror de la humanidad.

Pero la causa de este sufrimiento puede ser evitada, venciendo la tiranía de los sentidos y destruyendo la ignorancia para conectar con nuestra verdadera naturaleza que es ilimitada, poderosa y libre. Para que esto ocurra no es necesario suscribirse a ninguna secta ni organismo ni portar un cúmulo de creencias morales, sencillamente lo podemos experimentar por nosotros mismos estudiando y aprendiendo cada día algo nuevo.

La palabra clave es “inclusivo”. Todo el universo acontece en nosotros, aunque creamos que todo es “exclusivo” es decir fuera de nosotros. Todo el Universo es nosotros. El mundo es una sopa cuántica que digerimos con los sentidos y la “estabilizamos” con nuestros pensamientos y emociones. Así nace nuestro universo físico y lo que llamamos “circunstancias”, pero quienes somos en realidad está allende al mundo de las dualidades, al mundo de las creencias, al mundo de nuestras adicciones emocionales.

Lo que llamamos una persona, es un patrón pasajero de conducta del campo cuántico. Si crees que eres “una persona”, verás personas por todas partes y eso te llevará a juzgarlas. Pero si dejas de verte como una persona, sino como el espíritu o consciencia pura que habita en todo, tu percepción de lo que llamas “otros” se verá alterada y podrás reconocerte en el espejo de las relaciones. Te sientes identificado con quienes tienen cualidades con las que te sientes bien, y te sientes irritado con quienes tienen aspectos que niegas de ti mismo.

Nos volvemos atractivos cuando amamos nuestras luces y nuestras sombras y conocemos por experiencia propia que somos todos aquellos seres que nos irritan y molestan. De ese modo vencemos la tiranía de los sentidos y la ilusión del ego que nos lleva a juzgar a los demás. Es cuando comienza a iluminarse el intelecto y nace lo que llamo: “el dador cuántico”. El dador cuántico ya no necesita reparar los errores de los otros ni ajusticiar el mundo porque conoce que el mundo está en él. Su tarea en la vida consiste en iluminar la habitación de la consciencia en la que habita e intentar abarcar cada vez más toda la mansión elevando su nivel de entendimiento y así eleva el nivel de entendimiento de los demás. El dador cuántico es cualitativamente diferente al luchador. El luchador está preso en un mundo confinado de creencias, el dador cuántico se reestructura a sí mismo todos los días y vence estos límites. El dador cuántico no pertenece a grupos, ni organismos, ni academias, ni sectas, ni a ideologías. No puede. Porque conoce que todo eso va en contra de la evolución del Universo. No lucha contra la injusticia del mundo, sino que ilumina la mente que cree en la injusticia del mundo. El dador cuántico se reconoce en todo el universo y la idea de juzgar a otro humano, no es posible. Su acción es eficaz, sin estrés, sin prisas, sin dolor, sin posturas rígidas. Su mente está alineada con la mente universal. Cualquier concepto de lucha va en contra la esencia del Universo.

lunes, 19 de octubre de 2009

LA INSATISFACCIÓN CRÓNICA Y EL GOZO

La Insatisfacción Crónica y el Gozo
  Cuando le pregunto a la gente, para escribir mi humilde libro, sobre qué piensa que es la felicidad y si se considera feliz, la mayoría me responde que siente una especie de insatisfacción crónica, una voz taladrando en la cabeza que dice “esto no es suficiente, no me siento pleno, debería pasarme algo importante”. No me satisface nada, necesito conocer mujeres nuevas todo el tiempo para seducirlas, porque al cabo de unos días “ya no estoy enamorado”, necesito conocer hombres nuevos todo el tiempo porque mi pareja no me atiende y necesito sentir cosas nuevas. Necesito permanentemente llenar mi tiempo con el chat, con la televisión, con la compra compulsiva. Con el sexo efímero, con la comida, con nuevos objetos que nunca son suficientes. Necesito más, me dice gente perfectamente sana y con talentos. Todo eso está para darte confort, pero no para hacerte feliz. Lo cierto que esta infelicidad como telón de fondo, es el mal del siglo 21. Personas perfectamente enteras físicamente, con recursos y totalmente abastecidas para cubrir sus necesidades más allá del umbral de la supervivencia, no logran sentir felicidad ni una conexión con la Vida. Esta sensación cuyo contenido es continuo, como una voz en sordina que dice “no me basta esto que está pasando, quiero una emoción más grande, algo más espectacular debe ocurrirme para que yo pueda manifestar contento”, es la voz del yo ilusorio permanentemente insatisfecho y que nunca quiere que tú, consciencia sin pensamiento condicionado (quien eres realmente), experimente la paz y la plenitud del universo. Porque todo lo buscamos fuera de nosotros y esta búsqueda nunca se satisface. Con esa insatisfacción de fondo controlando tu vida, jamás podrás ser un constructor. No podrás construir nada que trascienda. Porque toda tu energía está puesta fuera de ti. Si no soportas la soledad creativa. Si no soportas siquiera pasar un par de horas contigo mismo, sin ruido, sin música, sin el chat. Sólo tú con el universo. No podrás construir. No lo soportas, pero quieres los frutos de un constructor. No pueden llegar esos frutos. No puedes forjar una pareja si no paras de buscar el misterio en lo nuevo. No puedes forjar un proyecto si no tienes la voluntad de dar pasos rutinarios, pero extremadamente importantes para alcanzar un proyecto grande. Un día la mujer que hoy te seduce será algo conocido y transitado. Un día el trabajo que haces hoy te agobiará, pero el problema no está ni en la mujer, ni el nuevo hombre, ni en el trabajo, sino en que has perdido la capacidad de asombrarte con cosas que ahora, al darlas por obvias, parecen insignificantes. Si has estado dos meses postrado en una cama, entonces a los pocos días valorarás caminar de nuevo. Pero al tiempo te olvidarás de agradecer a las piernas que estén ahí y sólo el hecho de tener piernas, que es un hecho extraordinario y suficiente para que un humano se levante eufórico de la cama, no será suficiente para dejar de quejarnos. Si no dejas de buscar compulsivamente la felicidad en “sensaciones nuevas” y no eres capaz de emocionarte hasta la médula con cosas simples, que no son simples en absoluto. Para que tu ojo, que es un mecanismo impresionante de tecnología ingenieril, (si es que eres tan afortunado como para tener visión). Para que tu esa magistral maquinaria que ninguna cámara fotográfica puede igualar, perciba una hoja de un árbol, todo el universo debe expresarse a sí mismo en ese acto que para ti es tan obvio, tan insignificante, tan carente de relación con tu felicidad, que no reparar en él. Sí, todo el universo, con todas sus galaxias, con todos sus cuásares, con todos sus agujeros negros, con todos los adn de cada animal, humano y planta que habita el planeta, debe replegarse a sí mismo para que ocurra ese sencillo acto de que la magnífica máquina de tu cerebro perciba una hoja de un árbol. Todo el universo, porque todo está conectado en un nivel más profundo. Y para que ocurra el hecho “árbol” también debe replegarse todo el universo en una infinidad de procesos magníficos, inconmensurables para la mente convencional, un proceso en el que todo el mundo vegetal se expresa. Este hecho es tremendamente “espectacular”. Observar la infinitud de la Vida, con sus colores y texturas, observar a las personas en la calle, observar las nubes, las montañas, y cada objeto del universo físico. Estos hechos son tremendamente estimulantes si logras percibirlas sin etiquetar con las etiquetas “bueno o malo”. El poder mover las piernas si tienes la fortuna de poseerlas (conozco mucha gente que no las tiene) el sentir como tu cuerpo está vivo mientras caminas por la calle. Todas las fuerzas del universo deben ponerse en marcha para que tú puedas mover el dedo meñique del pie, para que digieras la comida a diario, para que el aire entre y salga por tu aparato circulatorio. No puedo siquiera imaginar hechos más trascendentales e impactantes para un ser humano que estos hechos. Sin embargo el yo ilusorio colectivo dice: bahhh, qué me importa a mí eso, yo no soy feliz y punto. Ese estado totalmente mediocre de la mente colectiva es el autor de esa infelicidad de fondo. Esa infelicidad de fondo es el síntoma de que todavía vives totalmente desde el pequeño yo y no desde la consciencia no condicionada que es tu verdadera realidad. Ese yo, que es una ilusión, quiere que creas que para sentirte contento debe pasarte algo que “no te está pasando ahora mismo”. Cuando lo que “está pasando ahora mismo”, la Vida y tu pertenencia a ella, es lo más impresionante que puede pasarle a un alma con experiencia humana. Pero el pequeño yo, que es infinitamente pequeño, se está quejando. De algo, de alguien, de que no tiene suficiente, de que no es reconocido, de que no pasa “nada”, de que no hay ninguna “novedad”, de que no es querido. Entonces pasas por la vida sin construir ni edificar, porque no eres capaz de estar un rato a solas contigo mismo. Y así, día tras día, la Vida con todo su despliegue, con toda su teatralidad, con todas sus criaturas infinitas y hermosas, con todas sus magistrales matemáticas, es pasada totalmente por alto en una crónica sensación de insatisfacción. Y cuando llega algún suceso que al pobre yo se le antoja:“bueno, esto sí que es bueno, por fin me pasa algo que vale la pena” (una nueva relación íntima, una nueva persona para conquistar, un premio, un suma de dinero, lo que sea), esa sensación de euforia dura muy poco. Al rato o a los días, el pequeño yo ya está otra vez lamentándose y dice “pero si no me pasa nada importante”. Creo que reconoces bien este proceso de la mente. Todo esto es la estructura de la mente egótica condicionada que compone la consciencia colectiva ordinaria, de la que ya está tomando consciencia mucha gente, pero otro grupo está totalmente dormido aún al proceso de despertar a un nivel más alto de consciencia. La exploración total de la consciencia, de la Vida es como ir al colegio, tiene un proceso. Algunas personas tienen despertares espectaculares ante sucesos muy dramáticos de su vida, como una enfermedad o pérdidas muy significativas, como un hijo. Pero no es necesario pasar por estas experiencias “tan teatrales” para ir subiendo de consciencia y dejar en manos de la Inteligencia subyacente a todo, “nuestros asuntos”. El síntoma más evidente de que vas bien encaminado es la acción que proviene de la no preocupación, es decir desde la confianza plena en la Inteligencia de la Vida. Todos buscamos la felicidad en hechos puntuales, que nunca dejan una satisfacción permanente y cuando los hechos son más bien de pérdida de los frutos de estos hechos puntuales (el amante que hace unos días era la salvación, ahora me aburre, el coche que gané se estropeó, el negocio que emprendí e inauguré no va como deseaba, etc) el pequeño yo dice: “Ahh, esto es infelicidad”. En realidad el pequeño yo sólo llama felicidad al placer e infelicidad al cese del placer. Pero el gozo, la plenitud del alma, jamás será hallado en el circuito placer-dolor del ego, al que se le pasa totalmente inadvertida la Vida. Jamás serás feliz dentro de esta rueda de buscar ansiosamente un nuevo placer y sufrir cuando éstos cesan, porque siempre cesan, afortunadamente. Si no cesaran la mente humana adquiriría el estado vegetal, por aburrimiento. ¿Entonces qué es ser feliz? Esta pregunta es muy personal, sólo tú puedes responderla, pero yo creo que es ser consciente del espacio que rodea a las experiencias personales, sin ser abducido por ellas y ser consciente de la Vida y todo su despliegue a nuestro alrededor y que esto “ya sea suficiente” para estar no un poco contento, sino absolutamente contento. Esto no significa la ausencia de grandes metas. Pero el error del yo ilusorio es que para alcanzar grandes metas debes dar pasos gigantes y fantasiosos. Y lo cierto es que nada en la naturaleza hace eso. El árbol no dice mientras es semilla: “odio ser semilla, y vivir en este país, lo que yo quiero en realidad es salir en el programa de Oprah, el lunes mismo, siendo un árbol famoso”. La naturaleza permite que la inteligencia siga su curso con pasos pequeños, pero sumamente importantes en su proceso de florecimiento. Si eres capaz de ver que en este momento está pasando algo increíble en ti y a tu alrededor, estás accediendo al gozo del alma y sólo entonces podemos ser constructores. El verdadero gozo es ese, es permanente, es real, y es la verdadera felicidad. Cristina Bergoglio

domingo, 11 de octubre de 2009

INSPIRACIÓN

Desde que tengo uso de razón la gente siempre me ha preguntado de dónde sale la creatividad, concretamente mi creatividad y si me parece normal que pueda diseñar edificios, escribir, pintar, bailar, cantar y componer canciones, escribir sobre ciencia y medicina y encima tener el tupé de no ser demasiado desagradable a la vista. Me he pasado toda la vida dando explicaciones sobre esto. Mi respuesta es la siguiente: ¡los raros son los otros! Que sean millones no quiere decir que no sean raros. Son millones, pero raros. La creatividad es el estado natural de la mente cuando la mente es natural y pobre en ideas, conceptos, creencias, prejuicios, tendencias, etc. Y todo eso es producto del miedo. Y el miedo es sencillamente la incertidumbre que sientes ante lo desconocido. Y el miedo cesa cuando lo desconocido se torna un aliado y anclarse en lo conocido, es lo peligroso. Toda mente humana es genial si se libra del miedo, cuánto menos miedo tenga, más creativa se vuelve. El humano es el único animal que tiene un miedo que no sirve para la supervivencia, sino el miedo psicológico que es el peor. El miedo con mayúsculas. Sobre el qué pensarán, el qué dirán , el qué pasará si lo intento, mi padre no querrá, mi suegra no me dejará, la sociedad no me deja, el gobierno no me lo permite, mi cuerpo no responderá, qué pensarán los vecinos si intento vivir de lo que me gusta, mi novio se sentirá menos o más, que pasará si dejo este trabajo, etc. Pero si quitas al miedo del ego del medio, lo natural es ser genial e incluso ser atractivo, porque esa ausencia de juicio continuo, de miedo permanente hace a la gente naturalmente atractiva, aunque no posea el canon de belleza pre-establecido. Yo siempre digo: ¡lo siento!, pero yo no soy rara por ser creativa y haberme jugado por mi sueño, lo que implica que dejé oficinas, casas, países, horarios, etc…, el raro eres tú porque no dejas que suceda la genialidad en ti. La genialidad es natural en la gente, en toda la gente, pero está opacada por todo tipo de temores absurdos que vienen de la sociedad, de la familia y de sí mismos. Todos, sin excepción, tenemos una carretera de acceso a la genialidad del universo. La inspiración no existe en absoluto, ya que la mente no debe esforzarse para inspirarse. La mente siempre está inspirada hasta que, la bloqueas con el miedo. Entonces, para ser creativo no tienes que hacer ningún esfuerzo en alcanzar “la creatividad”, porque tu mente naturalmente es absolutamente genial, como lo es la mente de todo en la naturaleza. Todos tus esfuerzos tienen que estar dirigidos a entender porqué tienes miedo, qué es el miedo y cómo erradicarlo.

Cristina Bergoglio.

lunes, 5 de octubre de 2009

LENTITUD

LENTITUD

Cuando comienzas el día, no comienza el día en realidad, sino que pasas de un estado de consciencia onírica (es un estado de realidad tan real como el de vigilia) a otro estado de consciencia onírica, al que llamas “vigilia o estar despierto” en el que no sabes, salvo que ya tengas andadura en el camino espiritual, que es un estado de ensoñación también. Estado que le llamas “vida cotidiana”. Pasas del teatro del sueño que ha sido desarrollado durante la noche, al teatro del día. Pero así como sabes que el teatro de la noche, es “teatro” no sabes que el teatro del día, también es “teatro”. Entonces te dejas guiar por la ansiedad que es la voz más alta del ego. Al empezar el día, estás ante el único momento en que se desarrolló tu vida: el presente. Como hemos investigado juntos, la flecha del tiempo, el tiempo de reloj, es sólo una treta del aparato sensorial para fines prácticos. Sin el tiempo de reloj, seríamos incapaces de hacer nada en el mundo o vida diaria. Es una ilusión pentasensorial que nos sirve para el teatro de la vida. Pero en realidad jamás has estado ni estarás en otro momento que no sea AHORA. Presta atención.

Es decir que cuando inicias el día estás frente a una continuidad que es el Ahora, y ayer y antes de ayer y mañana y pasado mañana son una ilusión, porque siempre iniciaste el día Ahora.

Cuando abres los ojos y comienza el teatro de día, en tu cabeza van a hablar dos voces. El grado de estridencia de cada una de estas dos voces depende de tu grado de consciencia despierta a tu verdadero yo. Una voz es la del ego y otra voz es la del Ser. La mayoría sólo oye la voz del ego al levantarse. ¿Qué dice y cuál es el contenido de la voz del ego? Voz que en algunas personas suena con la estridencia de una discoteca. Dice: “ Juan, o María: DEBES preocuparte”. Por….( esta es la estructura de la ansiedad del ego, agrega tú el contenido, puede ser: mamá está muy mal, los niños no hacen las cosas bien, hoy viene mi suegra, mi novia es una idiota, mi jefe no me valora, mi esposo me engaña seguro, los del banco me quieren robar, mi socio es un egoísta, quieren todo mi dinero, dicen que es culpa mía todo, mi hermana no se entera de nada, los políticos son unos corruptos y no me dan trabajo, jamás me valorarán como artista, no me responde el cuerpo, no me siento guapa, no me funcionan las piernas, nadie contrata a una persona de más de 40, todo está muy mal, debo darme prisa, debo darme prisa) ¿Ya? Respira al menos dos veces con profundidad ¿Ya has reconocido esa voz diaria? Esa es la voz del ego con el que naciste. La voz que escuchas la mayor parte del tiempo. Esa voz: NO ERES TÚ. La otra voz, la del Ser, dice: Juan, María, este momento, el Ahora, es el único que tienes y tendrás. ¿Qué vas a hacer con este momento, esta joya que es lo único que tienes? ¿Convertirlo en un enemigo o en un amigo? Porque es tu decisión, no la de nadie más. Ni es la decisión de tu suegra, ni la del gobierno, ni la de tu novio o novia, ni la de tu jefe, ni mucho menos es la decisión del banco. Ni tampoco es la decisión del teatro que no te contrata como cantante, o la galería de arte que no valora tu arte, o del hospital que no paga bien tus servicios como médico, ni es la decisión de tu marido o de tu esposa o de los enfermeros y médicos que no atienden bien tu enfermedad. No es la decisión de nadie en absoluto fuera de ti que tú estés en paz, es sólo tu decisión.

Tú decides qué hacer con el Ahora. El Ser, la voz menos audible, te propone que hagas del único momento con el que cuentas desde que naciste, al iniciar el día, un canto de agradecimiento por todos tus órganos, aunque te falten algunos, por todos tus bienes sean como sean, por todos los servicios que usas, por todas las personas que hay en tu vida y comparten contigo el teatro de día. Respira. Respira al menos tres veces profundamente mientras lees esto y con cada exhalación dí: Gracias. Gracias. Gracias. Y quédate unos minutos (sí unos minutos, aunque el ego diga: Juan, es que debes ir al banco) y agradece todo lo que puedas que un día más vas a entrar en el teatro de día, y que vas a saborear el color, la textura, los sonidos, todas las formas de vida que la Vida a puesto delante de ti gratis. Entonces haces del Ahora, una rendición a la fuerza más poderosa que ninguna acción frenética del pasado te dio: el poder de la calma y el agradecimiento. No importa cuántas acciones frenéticas hayas tomado en el pasado para lograr alguna que otra cosa en el universo físico, ninguna de ellas ha tenido el poder ni la energía que tiene hacer del Ahora, una calma interior. Entonces, ahora que sabes que la calma es la frecuencia vibratoria más alta que puede alcanzar tu mente para manifestar realidad bella, (la frecuencia de la naturaleza) prométete a ti mismo que cada día, cuando se reinicia el Ahora, como cuando se reinicia el ordenador, harás del Ahora un canto a la tranquilidad y al agradecimiento. Porque nunca estuviste en otro momento que no sea Ahora. Si haces de lo único con lo que cuentas en la vida que es el Ahora, un obstáculo, un medio para llegar a otro momento, un enemigo, el Ahora manifestará eso: obstáculos, complicaciones, enemigos. Y esto lo sabes perfectamente, porque así has vivido casi toda tu vida. Reconoces muy bien este estado.

Respira una vez más. Ya has leído hasta aquí. Gracias por hacerlo, sinceramente, por estar conmigo.

Mira por la ventana. Seguro que hay un árbol. Absorbe su Ahora, su quietud, su lentitud para brillar en este mundo. Tú eres él. No lo ves así, pero eres él. Pídele que te lleve a ese estado de lentitud en el que eres plenamente inteligente, plenamente poderoso, plenamente amado y sostenido. Y sal al teatro de día con esa sensación de paz lograda por el entendimiento, y no por nada exterior, diga lo que diga el ego (dirá que tienes mucho que hacer y mucho de qué preocuparte). Camina por la calle, si tienes piernas, con esa lentitud que tiene la naturaleza. Bendice cada persona, animal o planta que aparezca en tu aparato de percepción. Y sí, ve al banco, ve a hacer tus recados, tus cosas, pero ve con esta recién inaugurada lentitud. Sonríe al del banco, mírale con amabilidad. Si tienes que hacer cola, mira el Ser que brilla en todas las personas de la cola. No bufes con la impaciencia de siempre. Eso ya lo has probado, y no te ha traído más que cortisol (la hormona del estrés) en tu cuerpo. Mira al Ser que brilla en todo lo que aparezca en tu aparato perceptor, quizás seas ciego.Si lees esto, tú sabes cómo mirar con las manos. Funde tu Ser, con el Ser de todo lo que percibas, sean cuales sean tus sentidos predominantes. Y al rato notarás que el Ahora es tu amigo. De pronto pasan cosas hermosas, alguien te ayuda en la calle, alguien te llama, recibes atenciones, o sencillamente nadie te molesta. Porque si tú das al Ahora magia, el Ahora, (tu único tesoro) te dará magia a cambio. Porque tú eres esa magia.

sábado, 3 de octubre de 2009

RESOLUCIÓN DEFINITIVA DEL ESTRÉS

RESOLVER EL ESTRÉS: SÍNTOMA DE CONEXIÓN CON EL CAMPO DE INTELIGENCIA

En todo el planeta sólo existen tres clases de personas: las que no han comenzado su camino de retorno a su naturaleza real, los que lo están haciendo y los que lo han recorrido completamente. Ese camino de retorno o de conocimiento de uno mismo, es lo que se llama: eliminación del ego humano o yo ilusorio. El conocimiento de uno mismo, no es el conocimiento del yo ilusorio y “su vida o su historia” sino saber quiénes somos en realidad, debajo de ese personaje: “yo y mi historia”. El conocimiento de uno mismo, es conocer de primera mano, sin que medie ninguna autoridad externa, la conexión infinita que tenemos con la vida, es decir con la inteligencia que sostiene a toda la vida. El conocimiento de uno mismo no consta de las mil páginas que puede elaborar un psiquiatra sobre tu pasado, tus traumas, tus deseos y temores y tus sueños. Eso es el conocimiento compulsivo del “personaje que crees es tú mismo”; pero no eres tú. Puedes ir a un psiquiatra durante 30 años y salir con una carpeta gigante que diga: Pepe Alvaréz, y sentir que ese expediente gruesísimo de pasado “es tú”. Eso es solo el contenido de la mente personal, lo que se le llama ego o yo ilusorio. Ilusorio porque la mayoría de la gente cree realmente que ese yo es ella. Quien eres de verdad es la Inteligencia total e infinita de la Vida. Podemos llamarle también consciencia, universo o el Ser. No me gusta usar la palabra Dios porque el ego la relaciona con un grupo egótico sectario llamado: religión, pero si no tienes ese concepto, puedes usar la palabra Dios también. De ahora en más le llamaré: Inteligencia.

¿Qué es el estrés? Todas las personas sufren en mayor o menor medida de eso que se denomina estrés. La mayoría piensa que vivir sin estrés es inevitable y que sólo los tontos, los ingenuos y los que “viven fuera de la realidad” viven sin estrés. Pero lo cierto que estrés es un cortocircuito en el flujo de la Inteligencia de la Vida. Lo cierto es que cuando tienes estrés no estás siendo “real”.La mayoría de las personas viven bajo la influencia de su yo ilusorio que es quien padece el estrés. El ego o yo ilusorio te hace creer que vivir con estrés “es ser inteligente”. De hecho cuánto más estrés tengas en la vida, cuánto más conflicto tengas en tus relaciones, o con el medio de subsistencia o trabajo, y con todo en general, la sociedad te pondrá un oropel de “persona inteligente”. Si todo el santo dices “es que estoy muy liado” el estrés es parte de tu vida, y el estrés es síntoma de desconexión con el campo de la Inteligencia, por lo tanto aunque tu ego te convenza que vivir así es ser inteligente (el ego no desea que le abandones jamás) vivir así es vivir estúpidamente. ¿Que la mayoría vive así? Puede ser, pero no todo el mundo quiere ser estúpido, así que hay mucha gente, grandes empresarios mundiales incluso , que ya no viven así. Hay gente que se cansa de ser estúpida. Porque ser estúpido cansa. Es un hecho. Pero mientras no seas consciente que vivir estúpidamente es algo que no deseas, no harás nada por resolver el estrés. De hecho te jactarás ante los demás del estrés que padeces y los demás te aplaudirán. Tener estrés, el rostro joven envejecido pese a ser joven, las arterias taponadas por la mala alimentación, las relaciones en tensión y estar permanentemente conflictuado con alguien y con algo que llamas “este mi problema” todos los santos días, eso está muy bien visto socialmente. Se supone que quien vive así es muy inteligente. ¿Pero esto es realmente así? Si estuviera frente a un auditorio o en una tertulia, ante la última pregunta saltaría todo el mundo: ¡es que tú no entiendes MI problema, porque yo debo mantener a una familia, tengo a mi madre enferma, mi jefe es un cabrón, mi exmarido se llevó a los niños, mi mujer me engaña con otro, tengo esta enfermedad, no puedo trabajar en lo que deseo, vivo en el extranjero, etc, etc! Esas justificaciones del estrés, las he oído a todas. Lo cierto que a quien le pasan todas esas terribles cosas, no es a ti sino a quien crees que eres. Tú eres Inteligencia. La inteligencia que construye toda la vida. Y punto. No existe otro yo real que ese: Inteligencia. Cuando te preguntas ¿qué desea de mí la Inteligencia? En lugar de ¿qué deseo yo de la Inteligencia o de la Vida? El sólo hecho de permitir que la Inteligencia te muestre el camino a través de esa pregunta, es indicativo de que estás siendo inteligente. Lo que tú eres contiene a toda la inteligencia del universo, porque ES toda la inteligencia del Universo. No existes desconectado como un trozo de existencia aparte, abandonado al azar en un universo cruel y aleatorio. Esa es la ilusión pentasensorial del ego, de quien crees que eres, creada para fines prácticos en la vida. Para que puedas experimentar el juego de la vida en una secuencia cronológica, también ilusoria, ya que sólo existe el Ahora, es decir este momento. Las dos ilusiones que componen el estrés son las siguientes:

1- Existo como un fragmento aislado en peligro de extinción y desconectado de todos y de todo

2- Existo como un fragmento aislado en el tiempo, un día empezó yo y otro día, el de mi muerte, morirá yo.

Esta sensación de desconexión con toda la Inteligencia del yo ilusorio, esta sensación de que eres un pedazo de existencia condenado a la entropía y a la desaparición inevitable tiene un síntoma: el estrés.

¿Cómo solucionas el estrés? Si es estrés es la desconexión con el campo de la Inteligencia, el no estrés es entonces la conexión con el campo de la Inteligencia. ¿Y cómo te conectas? Rindiéndote al orden natural del universo en el momento presente, sea lo que sea que esté pasando en este momento, lo que indica en términos cotidianos en que confíes en que eres guiado y provisto por la misma inteligencia que provee al resto de la Naturaleza. Eso es lo que se denomina: el estado de rendición o aceptación total. No riñes con el momento presente contenga la forma que contenga, sencillamente te haces amigo de lo que esté ocurriendo. Y como todo lo externo es reflejo literal de tu estado interior, esta rendición es la calma, la ausencia de estrés interior que es ELEGIBLE en todo momento, que reflejará una realidad externa acorde a esa calma. De repente el universo deja de ser hostil para ti. La gente colabora contigo, aparecen pistas o coincidencias muy significativas a las que prestas atención consciente, encuentras facilidad en todos tus asuntos.

En el estado más externo del mundo del trabajo, esta aceptación, esta calma interna, te lleva a preguntarte: ¿estoy en la tarea en la que plenamente desarrollo mi potencial? ¿Estoy dándole a la Vida todo lo que la Vida espera de mí? Si la respuesta es no, no reaccionas violentamente, sólo emprendes una serie de acciones guiadas por la Inteligencia, que te llevan a otro estado externo de tu labor. O aceptas lo que está pasando en tu trabajo con relajación, o tomas acciones serenas de transformación del entorno o abandono del entorno. Es decir que o hablas con los implicados de tu exceso de estrés, o abandonas ese trabajo. Pero sabiendo que quien sostiene todas esas acciones no es el yo asustado, el ego, sino el Yo, el Ser, la Inteligencia que eres en realidad. Esta rendición interior es la ausencia de estrés, te esté pasando lo que te esté pasando en el mundo de las formas, es decir sean cuales sean tus circunstancias. Hay personas que el corredor de la muerte o en campos de batalla, dónde el nivel de estrés es extremo, han experimentado el estado total de rendición al momento presente y una total presencia de paz, que jamás habían experimentado antes. En ese momento la conexión con la Inteligencia es plena. En cuanto a tu labor en la vida, de la cual obtienes tu subsistencia, el diálogo interno con respecto al dinero y la provisión de recursos, ya sean humanos como jefes o empleados o económicos simplemente, mejora notablemente. Sabes que pase lo que pase, aunque abandones todos tus trabajos previos al que realmente deseas, siempre serás provisto por la Inteligencia que provee a todas las formas de vida. Es decir que esas acciones de transformación de tu vida laboral, que puede implicar abandonar países, empresas, grupos, familias, etc…son acciones conscientes llevadas a cabo sin estrés, desde la paz, es decir que paz es Inteligencia plena. Te sientes abastecido y por lo tanto, esa sensación de plenitud se traduce en patrones externos de realidad más favorables en el mundo del dinero y la realización.Pero debes ser muy consciente de esto: debes buscar tiempo de reloj diario, para preguntarte: qué es lo que he venido a dar a la Vida. Quizás necesites escribirlo, pensar en tus talentos y cualidades si nunca has reparado en ellos, y contestar sinceramente si crees que estás en camino de manifestar ese deseo de la Vida en toda su plenitud. Debes sentirte protegido por la Inteligencia que eres. Desde la Inteligencia, desde la ausencia de estrés,si la respuesta es que NO estás en el sitio que realmente deseas, tomarás acciones de trasformación sin estrés ya sean de aceptación, cambio o abandono. Las tres formas de rendición al momento presente son estas : acepto lo que pasa, cambio sin violencia lo que pasa, o abandono lo que pasa. Lo contrario es la resistencia, y su síntoma habitual es la queja, es decir que pase lo que pase, yo me quejo, pero no tomo ninguna acción transformadora. El estrés es la queja bloqueante, que nada cambia, que no tiene como fin una transformación evolutiva: como pedirle al camarero amablemente que te caliente la comida si está fría. Esa acción, no es queja, es una acción que transforma. Pero si le chillas al camarero, y tiras el plato al suelo, entonces esa acción no viene de la Inteligencia, viene del yo y el yo no es inteligente. En el mundo del trabajo o de las relaciones, si te quejas a diario del estrés que padeces, pero no tomas ninguna de estas tras acciones: aceptación, cambio evolutivo o abandono, entonces sólo conseguirás que el momento presente que es el único que existe( al que has convertido en un enemigo), se muestre como tú lo has elegido: como un enemigo. Se puede vencer la ilusión del estrés, si eliminas las ilusiones del ego:

1- Soy UNO con la Inteligencia y soy todo el campo de la Inteligencia

2- El tiempo es una ilusión de la mente, sólo existe el Ahora y sólo puedo vencer el estrés no resistiéndome a lo que está pasando Ahora, con estas tres acciones: aceptación total y ecuánime de la sotuación, cambio o transformación de la situación a través de acciones ecuánimes (hablar con personas, mediando u observando alguna disfunción pero sin quejarte) o abandono de la situación (marcharte de la relación, del trabajo, del escenario del "hecho" que implica estrés). Estas tres acciones están por encima de las reacciones previsibles de "lucha o huída" del ego en peligro, que son necesarias para la supervivencia física. Si te persigue un tigre, o luchas contra el tigre,o huyes del tigre. No tienes más opciones. También puedes aceptar que el tigre esté ahí y te olfatee, lo cual es la aceptación en calma que puede hacer que la situación de estrés extremo cambie, si ves que huír no es buena opción. Pero en la vida diaria, tienes que apartarte como forma de estrés para que opere la Inteligencia Infinita. Eso es términos prácticos indica que dejas de preocuparte internamente y que comienzas a ocuparte externamente a través de aceptación de lo que "está pasando en el presente" con las tres acciones mencionadas.

jueves, 1 de octubre de 2009

ESAS PERSONAS TIENEN MI DINERO

He creado esta conversación hipotética entre dos personas, una despertando y otra ya despierta ya que son muchas las preguntas que nos hacemos en esta época en la que a todo el mundo le encanta hablar de la crisis, con un placer casi extático y sensual.

Cómo es el momento en que te liberas?

En mi caso en particular, llevo muchos años de proceso de auto-conocimiento, pero sinceramente todos esos años he tenido muy pocas vislumbres de la paz. Sencillamente aprendí muchas cosas sobre el funcionamiento de la mente, pero yo no estaba en paz. Hace poco lo experimenté. Decidí dejar de tener una historia personal. Me cansé de mí misma. Del concepto “mí misma con su historia personal”. Hace unos meses, porque el cambio lo experimenté hace unos meses, decidí que ya no habría Cris y su historia.

Pero eso significa que ya no tienes vida, o relaciones personales o un trabajo?

No significa que esté en casa sin hacer nada ni que no vea gente. Al contrario, un día vi que iba al estudio a pintar mis cuadros sin importarme si los iba a vender o no, o si los iba a exponer o no y que mis relaciones mejoraron, la gente me sonríe por la calle incluso. Tampoco llegó a importarme si los pintaba o no. Noté que sólo deseaba ser instrumento de una inteligencia más grande que la mía, que la que tengo intelectualmente. Noté que esa inteligencia limitada, me había traído muchas gratificaciones, pero también mucho dolor. Hace unos días noté que cuando estaba pintando un cuadro, yo no estaba allí. Estaba ausente como un personaje con una historia personal, con sus conflictos en las relaciones y con el dinero. Noté que cuando pinto o escribo, desaparezco. Y eso me hizo recordad un film que es mi favorito: Billy Elliot. Cuando el tribunal de danza le pregunta qué siente cuando baila, él responde: “es como si desapareciera”. Esa es la cumbre de lo que puedas aprender en esta vida: desaparecer como un sujeto siempre conflictuado con su historia personal.

Pero todos tenemos “una historia personal, una familia, unos problemas y unas responsabilidales”. Qué hacer con eso, la gente no entiende si dices que te desentiendes de todo eso que se supone es “la vida”.

Para mí eso ha dejado de ser la Vida, eso es sencillamente los diferentes papeles que he ocupado durante toda mi vida: la mujer herida por un hombre, la artista preocupada por el dinero, la madre no realizada o sí realizada, la vecina, la esposa, la cuñada, la hija. Ya no me identifico con ninguno de esos roles y he notado que mis relaciones con todas esas personas que componen la otra parte del rol, ha mejorado. La Vida no es tu historia personal y tus permanentes angustias. Tú eres la Vida y la Vida está más profundamente arraigada a tu historia y sus personajes. Cuando logras ver la Vida debajo de tu historia y la Vida debajo de las historias de todas las personas, haces una gran transformación en la sociedad. Antes de eso, puede que transformes algo, pero a través del miedo, lo cual no tiene poder.

Y entonces las metas externas, el éxito, la fama, las ansias de hacer algo grande dónde quedan?

Ninguna empresa grande se hace pasos grandes, sino ínfimos, pequeños. Se trata de ver la grandeza en el sólo hecho de estar vivo, de observar la magnificencia de cosas que la mente considera pequeñas: la gente en las calles, los colores, las formas, el movimiento. Todo eso es grandeza, pero la mente considera que sólo estarás haciendo algo grande cuando tengas una historia personal que salga en más de mil páginas en google. Sin embargo tienes derecho a esa grandeza, es tu derecho manifestarte de manera que sobrepase los límites de la supervivencia. Sólo que esta grandeza es sólo real cuando logres emocionarte con lo que esté pasando en el momento, con todas su formas de vida y entonces las acciones que vengan de esa plenitud, serán correctas. Harás todo de un modo que al resto del mundo le sorprenderá por tu falta de estrés, pero tú sencillamente estás tranquilo. No te dejas subyugar por tu historia personal. Entonces sentirás que es más importante ayudar a otros a alcanzar la paz que estar todo el santo día dándole vueltas a tu drama personal, con sus maridos, hijos, empleados, cuñadas, suegras, jefes, etc…o la agustia de no tener todo eso, si estás sin pareja, o desempleado.

¿Pero si hablas de plenitud en esta época de crisis, la gente pensará que estás loco?

La locura es esta tremenda separación de la vida y la abundancia que todos hemos acordado ejercer. Por supuesto yo escucho a todas las personas cuando me cuentan su historia personal con sus crisis y yo las tengo también, pero siento que ya no ayudo si apoyo la posición de víctima que le encanta al ego de todos nosotros. A veces sólo escucho y luego sonrío y doy un abrazo. Siento que no tengo nada que comentar sobre esa historia, porque sé que pasará. Pero si yo estoy en paz, esa persona lo notará y entonces sí le estoy ayudando, en lugar de decirle: “sí, tu jefe es un cabrón, deberíamos matarle” que es lo mismo que decir “pasa de él”. Por supuesto cuando te desligas de tu historia personal, la gente que está tan subyugada por la propia siente un rechazo hacia ti. Siente que no entiendes sus problemas, que eres indiferente, que no la estás amando. Pero lo cierto es que siento que antes no amaba y ahora sí.

Pero sólo podemos hacernos responsables de nuestra paz interna. No puedes llevar paz a otros si tú no estás en paz. Hace poco me puse a estudiar la naturaleza holográfica del universo. Estudié profundamente, con muchos libros, más de 150. Luego pensé que me volvería loca con tanta información o que me haría mal leer tanto, ya que no tengo problemas en la vista y que la gente dejaría de amarme si me volvía muy inteligente. Pero sí aprendí algo: el universo es un holograma a todo nivel, eso significa que tu cambio interno afecta a una proporción de 1 a 100 la sociedad. Un momento tuyo de paz interna, de absoluta calma y aceptación con lo que te esté pasando afecta a 100 personas aunque tú no lo veas. Tu campo energético (eres un campo energético, no es que lo tengas) puede modificar a 100 personas cercanas o no. Puedes alterar la consciencia de alguien que está a miles de kilómetros, si piensas en esa persona cuando estás en calma. La calma es radical. Sólo eres tú mismo cuando estás en calma.

Ahora intento que esa calma afecte mis cuadros para que los espacios arquitectónicos que los reciban, tengan esa energía. Busco que los espectadores de mis obras, alcancen un poquito de calma si miran la obra y que la obra en sí misma modifique el entorno que la recibe. Pero eso sólo puede ocurrir si yo estoy tranquila cuando pinto. He comenzado a entender que es mi responsabilidad pintar en calma. Pero es verdad que parte de esa calma es despreocuparme si los venderé o no. He notado que las obras pintadas en mi estudio de Argentina, en perfecta comunión con la naturaleza de allí, se han vendido inmediatamente al llegar a Madrid, pese a ir doblados en la maleta. Obras grandes. Digamos que en síntesis: todo es relativo, reírse de uno mismo es muy poderoso, de hecho el acto más inteligente que puedes hacer en esta vida es reírte de ti mismo y de tu historia, como cuando vas al teatro y te mueres de risa por todas las vicisitudes que le están pasando al actor. Pues, eso es desligarte de tu historia personal: te ríes de ti y de tus dramas. A la media hora experimentarás otro patrón de realidad, o la realidad que estés experimentando ya no te parecerá hostil. Enviar amor al mundo, luego de salirte de tu drama, es muy poderoso también. Mientras vas por la calle, te pones a radiar amor en lugar de pensar “Pepito debería haberme llamado ya” o le radias amor a Pepito. Yo elijo cada día un sector de la población que lo tenga chungo, personas con tretra-plegía o personas muy desprovistas. Verás que pensar en esas personas en lugar de “los del banco me quieren embaucar una vez más”, unos cinco minutos al día, te libera de tu historia personal. Hace poco visité mi país natal y escuché atentamente los comentarios de la gente y de mi algunos miembros de mi familia especialmente. En todos había una pauta común: nadie quería hacerse responsable de su entendimiento de la vida, sobre todo en lo que respecta al diálogo interno con el dinero. Toda la conversación versaba sobre como “los otros son unos cabrones que no me dan el dinero que yo necesito”. Conozco gente que todo su paso por la vida es así y será así: “los otros no me dan el puto dinero que yo necesito”. Toda su vida, todo su pensamiento está entintando de este conflicto con la subsistencia. Personas muy cercanas a mí viven de ese modo. Son personas sumamente inteligentes y me llama poderosamente la atención que no puedan elevar la mirada para buscar una comprensión más “real” sobre su relación con el dinero que no sea la limitada visión de “los políticos de este país son unos corruptos, todo es una mierda, es decir: los otros son unos cabrones que no me dan el dinero, y yo tengo una familia, y yo tengo muchas responsabilidades”. No comprendo que pasa en esas mentes que intelectualmente luego son bastantes destacables, como para no al menos sospechar que quizás, su estado mental es el que atrae esas circunstancias. Yo no soy demasiado inteligente, pero cuando hace unos años alguien me dijo que toda mi vida era resultado de mi mente, me pareció lleno de sentido ese concepto. No tuve que elaborarlo mucho, lo pillé enseguida. Pero me he preguntado muchas veces, cómo personas mucho más inteligentes que yo no pueden siquiera aceptar levemente que los que les ocurre en la vida, incluida su relación con el dinero, depende de ellos. Necesitan a alguien “algún cabrón externo las 24 hs del día a quien culpar”. ¿Qué está pasándole a esa mente? Sencillamente no desea eliminar el condicionamiento. Se volvió adicta al condicionamiento de la sociedad, de lo que la sociedad llama “realidad”. Y como no desea abandonarlo, no hará ninguna acción para aprender a vivir de otro modo. No tomará ninguna acción nueva que contraste con el condicionamiento extremo de la sociedad. Sólo desea decir “es que tú no entiendes porque vives en Europa, pero estos cabrones quieren llevarse mi dinero y morirá diciendo eso, en su tumba dirá “ El cabrón de mi socio quiso llevarse mi dinero”. Esa persona será nada en ese momento, polvo apenas, pero en su tumba dirá: “todo lo que he aprendido en la vida es que el cabrón de mi socio quiere llevarme mi dinero” Pero aquí en Europa la gente me dice lo mismo: “es que tú no me entiendes, ese cabrón que es mi jefe, quiere llevarse mi dinero y mira la crisis que hay, ES una realidad” . La gente exuda serotonina al granel cuando dice “la crisis es una realidad”, se le nota el placer en la cara, lo dicen con una tremenda gallardía, porque al ego le encanta que tú no tengas que hacerte cargo de tu relación interna con el dinero. El ego no quiere que tú, consciencia en abundancia, quien eres de verdad, conozcas tu verdadera plenitud. Si se pudiese monitorizar el cerebro de una persona cuando tiene un orgasmo y el cerebro de otra cuando dice “la crisis es una realidad y yo estoy en paro por culpa de esos putos cabrones” veríamos que las zonas que se encienden del cerebro con respecto al centro del placer son las mismas. En ambos cerebros está actuando una fuerte reacción química que produce placer. En el primer caso: el orgasmo, la persona es consciente de su fuente de placer. En el segundo caso, la persona que no se hace responsable de su situación de carencia, no es consciente. Pero el placer del condicionamiento, del ego aireado y enfadado con “esos putos cabrones” no es duradero y no es un placer que podamos llamarle felicidad. Es sólo una reacción del ego ciego. Una frase que me encanta es: “ No se puede solucionar nada en el mismo nivel de consciencia que creó el problema”. He comprendido que nada se puede hacer si alguien no desea ver la vida con otro enfoque. Sólo respetar esa posición, esa limitada percepción de la Vida le pertenece a esa persona. Tú sólo puedes estar en paz y confiar en la abundancia.

viernes, 25 de septiembre de 2009

ELEGIR LA PAZ O NO ELEGIRLA

Elegir la paz en todo momento es la única manera sensata de vivir. Es algo totalmente alcanzable, posible y manifiesto de forma perdurable. Es tomar la decisión de no involucrarse en las fantochadas del ego en cada momento del día y es tomar la decisión de que la Vida será siempre primaria a la “circunstancias de vida” que son secundarias. Esto son decisiones que hay que tomar, no son cosas “que le pasan a unos y a otros no”. Ante cualquier circunstancia: alteraciones en el trabajo, en las relaciones, con el dinero, con la enfermedad sólo puedes tomar dos decisiones: o estás en paz o no lo estás. No hay más opciones, sólo hay dos. En el medio hay muchos matices: se puede estar “muy indignado, irritado, colérico, molesto, impaciente, harto, hasta los mismísimos” o se puede estar poco o moderadamente “indignado, irritado, colérico, molesto, impaciente, hasta los mismísimos”. Pero básicamente o se está en paz con lo que te esté pasando en la superficie de la vida o no se está en paz. Tu espacio interior es el único que puedes editar y trasnformar. Porque sólo existe tu espacio interior para hacerte responsable del mismo. Cuando vives en dos dimensiones: con un pie en el Ser imperturbable, la Vida y con el otro pie en la superficie de las formas, en la superficie de la vida dónde todo es pérdida y ganancia, has alcanzado la maestría en el vivir. “Estás en el mundo pero no eres de él”. Por primera vez comprendo esas sabias palabras. Viviendo en esas dos dimensiones, impregnas de Vida,( la profundidad que no cambia ) la superficie de la vida, (la parte cambiante) y entonces experimentas una gracia en el vivir en el que ya no hay lugar para el berrinche crónico hacia los otros, ya sean relaciones que llamas “cercanas”a berrinches contra políticos y autoridades. Sencillamente comprendes, porque te vuelves un pelín más inteligente, que el berrinche crónico en que vive la mayoría de la gente, no transforma nada. ¡Nada en absoluto! No es la queja lo mismo que llevar consciencia o luz sobre la ignorancia. Son cosas muy distintas. El berrinche no cambia nada y acentúa lo negativo, la mediocridad y una vida pequeña porque viene de un yo pequeño y permanentemente enfadado e insatisfecho. La consciencia, estar en paz pase lo que pase, SI transforma la superficie de la vida. Si logras pasar por el día totalmente sorprendido por el color, la textura, el viento, el agua, los otros seres sin estar siempre indignado con alguien, con algo, ofuscado o ansioso es que estás en condiciones de ser un gran vividor. No un vividor pequeño siempre preocupado por la renta del uso del mundo, ni ansioso por si los otros te valoran “como te mereces”.¿Qué otros? Todo es la misma cosa, la misma vida y poner un pie en la profundidad y otro en la superficie es como vive la gente feliz, esa felicidad real, perdurable. Desde allí entonces lo ordinario es ya de por sí extraordinario y no pasas por el día esperando que pase “algo importante” ¡ya está pasando!La maravilla ya no te pasa desapercibida. La observas en todo. Se acaba el berrinche crónico, y si deseas hacer una “gran obra” comprendes que se construye de pasitos muy pequeños, muy ordinarios en los que hay que estar muy en paz con el momento.