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jueves, 17 de mayo de 2012

ACEPTACIÓN

Para que hoy te despidan del trabajo, te quedes sin pareja o te duela el cuerpo han tenido que ocurrir cientos de millones de sucesos sincronizados en todo el universo. En ese despido ha colaborado el Gran Cañón del Colorado, en ese desamor las aguas de Venecia, en ese dolor corporal las cumbres de La Rocallosas, todas las golondrinas de París, las nieves de cualquier montaña, los arroyos de Estocolmo, todas las bacterias de las pezuñas de un gatopardo en la entrañable Africa, los ácaros de las alfombras pakistaníes, las células iniciales de un bebé en la India, las arrugas sabias de una abuela en Siria, el polvo interestelar de una explosión de supernova, la división de un cigoto...todo eso ha contribuido para que el hecho que hoy te perturba ocurra...por lo tanto...saca conclusiones, quizás la Vida siempre sea perfecta traiga la forma que traiga ya que para que solo una forma ocurra tiene que vibrar todo el universo. Entonces, si vives como si todo lo "malo" que ocurre es para la existencia algo perfecto, algo imprescindible en esa danza de miles de sucesos interlazados...el Infinito, con todas sus bendiciones, acontecerá en tu vida.

lunes, 14 de mayo de 2012

DEJAR DE OBSESIONARSE CON UNO MISMO POCO A POCO

En la vida tendrás muchísimas experiencias. Hay experiencias formidables totalmente neutras (ni malas ni buenas) que colocarás en la carpeta mental : EXPERIENCIA MALA, y hay otras experiencias igualmente formidables y neutras (ni malas ni buenas) que colocarás en la carpeta mental: EXPERIENCIA BUENA. Durante la jornada casi todo ser humano (yo incluida) derrocha una cantidad impresionante de energía mental y emocional en la división de sus experiencias durante la jornada en colocarlas tanto en una como en otra carpeta. Este desgaste psicológico durante el día es desvastador y sumamente esclavo.
Esta división todo el día de nuestras experiencias en buenas o malas es la esclavitud que hemos elegido como paradigma para vivir una vida que es siempre perfecta y que podríamos decir que siempre está dentro de la carpeta: "COSAS BUENAS QUE ME PASAN".
Cuando a cada pequeño o gran cambio de nuestro día a día reaccionamos con esta división interna, eso significa sencillamente que vivimos obsesionados con nosotros mismos y "nuestra historia". En esa historia entra también unos "demás" que pueden ser la familia, el novio, la empresa, los perros, los padres, etc....es decir cualquier cosa que relaciones con esta estructura:  "yo o mío". Este pasar por día obsesionado porque "yo o mío" nunca se descalabren es agotador, o transforma nada, produce vejez prematura y enfermedades, repele al dinero y nos hace  vivir sin Visión ni Propósito.
La verdadera felicidad NO LLEGA NUNCA, desde fuera. Nunca jamás las cosas estarán lo suficientemente bien como  para que digas: "ahora sí, ya soy feliz". A los pocos días "pasará algo" que te tirará de nuevo por la borda ese premio tan ansiado que llamamos felicidad y otra vez la montaña rusa emocional, y otra vez decirle a los demás: "cuando esto pase, entonces sí podré disfrutar", "si me voy unos días, entonces sí podré disfrutar, si ella o él dejan de hacer eso, entonces sí podré disfrutar. Eso nunca pasa....la vida seguirá poniendo y quitando cosas de tu vida, poniendo y quitando trabajos, poniendo y quitando personas...poniendo y quitando "circunstancias". Entonces qué narices pìensa y hace una persona feliz? Algo harán los felices que uno no sabe....sí, efectivamente los felices son libres "de las circunstancias". No están obsesionados consigo mismos y y las historias que cuenta la mente con respecto a "todo" todo el día, dividiendo las experiencias en esas dos carpetas de cosas buenas y cosas malas. Los felices son personas estables ante lo que siempre es inestable: tu vida. Son personas con perspectiva, agradecidas a un nivel inaudito para los infelices que solo le ven la quinta pata a todo, todo el santo día. Los felices ven la vida en directo, sin interpretaciones sobre si "esto me conviene o no me conviene", dejan de dividir lo indivisible todo el día y solo ven vida Perfecta en todo. en las sábanas, en las gentes, en la lavadora, en el trabajo o ausencia del mismo, en lo que viene o va...porque los felices saben que todo viene y va...entonces, una vez que sabes que todo viene y va....resulta que que todo aquello que temes perder, lo sueltas y cuando sueltas...pues las cosas llegan con mayor énfasis. Dejar de obsesionarse con uno mismo es un proceso que dura toda la vida...para mí no hay ninguna experiencia más gratificante que esa libertad. Estar todo el día reparando al yo y agotados porque ese yo no se descalabre, es para mí la muerte. La muerte para mí no es que un día mi forma cambie, sino vivir en base a mi yo y sus hambres permanentes. No es que no tenga sueños, es que estos ya no me quitan la alegría de vivir. Me veo como "transparente", como si no tuviera ese perímetro que permanentemente tengo que defender, tengo que curar o tengo que dignificar...ese yo que parece siempre insatisfecho, molesto, irritado, mal amado, pobre, enfermo, indignado, no correspondido, harto, hasta las narices, no valorado, etc, etc...Dejar de obsesionarse con uno mismo es un milagro.

miércoles, 9 de mayo de 2012

LA SENSACIÓN DE SER EL ÚNICO QUE PADECE

Todos hemos sido educados hacia la obsesión absoluta por nosotros mismos y lo que llamamos "nuestro problemas". Esta forma disfuncional de vivir y que va en contra de la Naturaleza es un Paradigma. Y como seres humanos llevamos en el mismo muchos siglos. Pese a lo obsoleto de este sistema de interpretación de los fenómenos vitales, pese a la cantidad de milenios que llevamos como especie funcionando en el arquetipo de la víctima, pocas personas en el planeta sienten universalidad. Es decir "un darse cuenta" que todo su dolor y preocupación son universales. Los estudios sobre el comportamiento humano revelan que casi 10 de cada 10 humanos siente que su "problema es único y especial y más grave que los problemas de los demás". Esta obsesión por nosotros mismos y esta ausencia de universalidad para ver nuestra vida nos hace vivir diariamente desde una estructura mental inamovible. Como la llama el autor alemán Eckhart Tolle, es la obsesión por "yo y mi historia". Esta forma patológica de vivir es ESTRUCTURAL, es decir que todos los humanos la tenemos como un chip instalado en nuestra mental. Y todos "nuestros problemas" son secundarios a esta estructura y por lo tanto intercambiables.
Nuestro Ego, que es la falsa percepción que tenemos de nosotros mismos, desea a toda costa no desaparecer. Y su trabajo de jornada completa es que el ser humano que vive desde esta errónea percepción se obsesione hasta niveles altísimos consigo mismo y lo que llama "mis problemas en la vida". Por supuesto nuestro ego desea que consideremos nuestro miedo a no tener, a estar solos y a estar enfermos, como "únicos y especiales". Es decir que no desea por nada del mundo que consideremos que sentir miedo a no tener recursos, a no ser amado y a la discapacidad física, como "universales". Nuestro Ego insiste en que "personalicemos el dolor". De esa forma nuestro Ego se garantiza que, aunque todos tus problemas ya lo padecen millones de otros humanos y otros millones han hallado el modo de resolver eso mismo, el Ego desea que consideres a problema como "más grave y especial" que el de los demás. De esa forma la estructura mental de "solo estaré en paz cuando ESTO acabe" se mantenga inalterable. Por supuesto: ESTO, es intercambiable. Lo que te preocupa hoy será reemplazado por otro ESTO, mañana y así día tras día, año tras año. La obsesión por nosotros mismos nos hace contarles a los demás siempre la misma historia sobre nuestras relaciones, trabajo y salud y así nuestro Ego está satisfecho. La infelicidad crónica se ha instalado y no hay nada que le interesa más a nuestro falso yo que nosotros estemos todo el tiempo en vilo y preocupados.
Personas que están leyendo esta entrada pensarán: "claro, es que ella no entiende mi problema con mi socio, que es sumamente especial y único. Solo cuando solucione mi problema con mi socio, estaré en paz". Otra persona al leer esto va a pensar: "claro, como ella no tiene a su hijo en el hospital, no puede comprender lo que siente una madre con su hijo enfermo". Otra persona va a rumiar para sus adentros: "claro, como ella vive en Europa y no es madre de cinco hijos, no sabe lo que es vivir en este país con estos gobernantes, si este maldito país cambiara sus gobernantes, entonces yo estaría en paz". Las historias son interminables e intercambiables. Da igual la gravedad o dramatización social que la gente haga de tu problema, sea lo que sea que padezcas, es solo un pensamiento  sobre algo neutral, que obedece a una estructura mental aprendida de un paradigma obsoleto: "JAMÁS ESTOY EN PAZ Y MI PROBLEMA ES ÚNICO".
Cuando eres consciente de que todo el mundo, todas las personas van a pasar por los mismos retos o muy parecidos, se despierta en ti una universalidad muy transformadora y una compasión hacia ti mismo y hacia los otros que te llevan a pensar: "quizás mi problema lo haya ya solucionado alguien en la historia" . Cuando se despierta la universalidad en un ser humano, la sensación de estar obsesionado por uno mismo decrece mucho y se vive de un modo mucho más liberado y útil a los congéneres.
Todo el mundo siente que los recursos le escasean
Todo el mundo siente que no es amado como corresponde
Todo el mundo siente miedo a estar enfermo
¿y?
Estas certezas abren en ti la posibilidad de ser universal y de dejar de personalizar el dolor y a partir de allí una persona puede dejar de atraer dolor o convertir en dolor todo lo que le pasa. A partir de esta universalidad una persona puede accionar desde otro estado de consciencia más global y menos obsesivo con uno mismo, lo cual solo trae resultados mediocres y faltos de perspectiva.