Todos hemos sido educados hacia la obsesión absoluta por nosotros mismos y lo que llamamos "nuestro problemas". Esta forma disfuncional de vivir y que va en contra de la Naturaleza es un Paradigma. Y como seres humanos llevamos en el mismo muchos siglos. Pese a lo obsoleto de este sistema de interpretación de los fenómenos vitales, pese a la cantidad de milenios que llevamos como especie funcionando en el arquetipo de la víctima, pocas personas en el planeta sienten universalidad. Es decir "un darse cuenta" que todo su dolor y preocupación son universales. Los estudios sobre el comportamiento humano revelan que casi 10 de cada 10 humanos siente que su "problema es único y especial y más grave que los problemas de los demás". Esta obsesión por nosotros mismos y esta ausencia de universalidad para ver nuestra vida nos hace vivir diariamente desde una estructura mental inamovible. Como la llama el autor alemán Eckhart Tolle, es la obsesión por "yo y mi historia". Esta forma patológica de vivir es ESTRUCTURAL, es decir que todos los humanos la tenemos como un chip instalado en nuestra mental. Y todos "nuestros problemas" son secundarios a esta estructura y por lo tanto intercambiables.
Nuestro Ego, que es la falsa percepción que tenemos de nosotros mismos, desea a toda costa no desaparecer. Y su trabajo de jornada completa es que el ser humano que vive desde esta errónea percepción se obsesione hasta niveles altísimos consigo mismo y lo que llama "mis problemas en la vida". Por supuesto nuestro ego desea que consideremos nuestro miedo a no tener, a estar solos y a estar enfermos, como "únicos y especiales". Es decir que no desea por nada del mundo que consideremos que sentir miedo a no tener recursos, a no ser amado y a la discapacidad física, como "universales". Nuestro Ego insiste en que "personalicemos el dolor". De esa forma nuestro Ego se garantiza que, aunque todos tus problemas ya lo padecen millones de otros humanos y otros millones han hallado el modo de resolver eso mismo, el Ego desea que consideres a problema como "más grave y especial" que el de los demás. De esa forma la estructura mental de "solo estaré en paz cuando ESTO acabe" se mantenga inalterable. Por supuesto: ESTO, es intercambiable. Lo que te preocupa hoy será reemplazado por otro ESTO, mañana y así día tras día, año tras año. La obsesión por nosotros mismos nos hace contarles a los demás siempre la misma historia sobre nuestras relaciones, trabajo y salud y así nuestro Ego está satisfecho. La infelicidad crónica se ha instalado y no hay nada que le interesa más a nuestro falso yo que nosotros estemos todo el tiempo en vilo y preocupados.
Personas que están leyendo esta entrada pensarán: "claro, es que ella no entiende mi problema con mi socio, que es sumamente especial y único. Solo cuando solucione mi problema con mi socio, estaré en paz". Otra persona al leer esto va a pensar: "claro, como ella no tiene a su hijo en el hospital, no puede comprender lo que siente una madre con su hijo enfermo". Otra persona va a rumiar para sus adentros: "claro, como ella vive en Europa y no es madre de cinco hijos, no sabe lo que es vivir en este país con estos gobernantes, si este maldito país cambiara sus gobernantes, entonces yo estaría en paz". Las historias son interminables e intercambiables. Da igual la gravedad o dramatización social que la gente haga de tu problema, sea lo que sea que padezcas, es solo un pensamiento sobre algo neutral, que obedece a una estructura mental aprendida de un paradigma obsoleto: "JAMÁS ESTOY EN PAZ Y MI PROBLEMA ES ÚNICO".
Cuando eres consciente de que todo el mundo, todas las personas van a pasar por los mismos retos o muy parecidos, se despierta en ti una universalidad muy transformadora y una compasión hacia ti mismo y hacia los otros que te llevan a pensar: "quizás mi problema lo haya ya solucionado alguien en la historia" . Cuando se despierta la universalidad en un ser humano, la sensación de estar obsesionado por uno mismo decrece mucho y se vive de un modo mucho más liberado y útil a los congéneres.
Todo el mundo siente que los recursos le escasean
Todo el mundo siente que no es amado como corresponde
Todo el mundo siente miedo a estar enfermo
¿y?
Estas certezas abren en ti la posibilidad de ser universal y de dejar de personalizar el dolor y a partir de allí una persona puede dejar de atraer dolor o convertir en dolor todo lo que le pasa. A partir de esta universalidad una persona puede accionar desde otro estado de consciencia más global y menos obsesivo con uno mismo, lo cual solo trae resultados mediocres y faltos de perspectiva.
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