Todos vamos en el mismo viaje de entendimiento hacia el amor como unidad.
Todo conflicto nace de la ilusión de existir separado de la fuente de Vida y de los demás seres. Esa ilusión se llama ego y su pilar estructural mental y emocional es : existo aparte
El amor no es apego, posesión, celos, envidia, ansiedad, desesperación, manipulación, control, sino la ausencia de todo eso. Sólo en ausencia de todo eso hay amor. La presencia de todo eso no es amor, sino apego. Lo contrario del amor no es el odio, sino el apego. El apego es la base del odio.
El amor deja en libertad, permite, comprende, colabora, no es para "mí" sino para todos. No es para mi placer, sino para el bienestar de todos, no es para llenar mi vacío, sino que quita la ilusión del vacío.
El apego es pensar sólo en uno mismo. Es desvinculante, aunque parece que vincula. Es excluyente, aunque parece que no. El apego excluye a la vida, porque excluye a todos los seres que están fuera de la forma obsesiva que tome el apego: "nosotros", ese "nosotros" sólo incluye a ti y tu objeto de obsesión, que puede ser otra persona, un grupo, un organismo. El apego es contrario del amor, porque todas las energías del apego están dirigidas a la auto-satisfacción inmediata del ego. Y el ego es ilusorio. El apego te lleva a pensar sólo en tu gratificación, y no en lo que siente la otra persona. El apego nunca te llevará al servicio. El apego nunca te llevará al gozo.
El amor y el servicio es lo mismo. El servicio es la acción que cumple el amor. Es pensar en los demás e incluirse a uno mismo como parte del mismo tejido que los demás. El amor te lleva a prepararte para ser mejor para ti mismo. Te lleva a explorar tu potencial para darlo, te lleva a estudiar, a comprometerte con los otros, a moverte de tus zonas de confort, a dejar lo conocido para abrazar lo desconocido, a levantarte con energía, a estar contento porque tu espacio interno tiñe la el espacio colectivo. El servicio te lleva a no poner excusas para tu formación, a hacer preguntas, a tener paciencia, a trabajar diariamente para buscar lo mejor de ti, sin quejas, sin culpar a las circunstancias, con un infinito agradecimiento de poder servir. Pero el servicio no es sacrificio ni auto-exigencia extrema. El sacrificio es parte del ego. El sacrificio te excluye a ti y tú eres parte del todo. El servicio nunca es sacrificio, pero exige cierta dosis de templanza, perseverancia, confianza y disciplina para cumplirse como amor.
El apego nos esclaviza y hasta cierto punto nos manipula. El amor auténtico nos hace realmente libres. Una buena entrada. Besos.
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