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sábado, 27 de febrero de 2010

OBSERVA SIN JUZGAR, TU NEGATIVIDAD

Observa sin juzgar tu negatividad

La negatividad en nosotros es parte de nuestra dimensión humana, del mundo de las formas que percibimos desconectadas debido a los sentidos. Recuerda que el aparato sensorial siempre te está devolviendo una interpretación que haces de las fuerzas abstractas de la Vida que eres debajo de la forma que crees ser. Cada vez que reacciones con negatividad ante cualquier situación, si eres capaz de observarla, entonces te has vuelto un testigo de ese dolor. Y el dolor no puede permanecer en presencia de la Presencia. En presencia de la consciencia que eres en realidad. Cada vez que la negatividad se apodere de ti, en forma de ofuscación, irritabilidad, celos, envidia, auto-compasión, desasosiego, sensación de privación amorosa o material…observa esa emoción, observa ese estado como quien observa a un perrillo ladrar o llorar y te dan ganas de ir a acariciarle. De ese modo te vuelves altamente consciente y testigo de esa experiencia, sin perderte en ella. Si la emoción te lleva a llorar, llora, habla con la persona implicada, intenta apaciguarte, o aléjate de la situación, pero intenta no quedarte varado emocionalmente en la experiencia, porque así se alimenta el parásito psíquico que todos llevamos en la cabeza: el ego y sus interminables conflictos con la Vida. No te juzgues por ser presa pasajera de la negatividad, ya que estás en la dimensión humana como experimentador. Pero lo más importante es que no te ancles en la tristeza, en el dolor, en la rabia. No que no las sientas, sino que no te vares en ellas mucho tiempo, es lo importante. De este modo no creas tiempo en tu mente. Porque el ego se alimenta del tiempo, del pasado, de los recuerdos, de la sensación de victimización, de la interminable interpretación del ego “lo que ellos me hicieron”. Si te deshaces cuánto antes de la negatividad cuando esta emerja en forma de cualquier emoción de baja frecuencia, eres una flor para este mundo. La limpias, la descontaminas. Eres en ese caso, al volverte un testigo de tu falsedad, la consumación de todo lo bello y verdadero, de la inteligencia que eres, de la Vida Infinita que eres por debajo de todos los insaciables debates del ego. Entonces tu perímetro pequeño se expande hasta las mismas galaxias, ya que tu perímetro es aquel que tú decidas y tú decides todo el tiempo, qué cosas son triviales y cuáles no lo son. Al ser un testigo de tus comportamientos adictivos sin juzgarte, tu perímetro es el real, el de todo el universo contenido en el Ahora.

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