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domingo, 30 de octubre de 2011

IMAGINA QUE UN DÍA

Imagina que un día te levantas de la cama y en lugar de ser atrapado inmediatamente por pensamientos de este tipo: ¿en qué la vida me completará ahora? o ¿Qué puedo demandar a la vida y a la gente hoy? o ¿Qué le falta a "mi" vida para estar completa?...imagina si en lugar de ser engullido por estos pensamientos, una gran calma y gratitud te invaden. Imagina que cuando pones los pies en el suelo lo primero que viene a tu mente es "gracias, gracias, gracias". Imagina que sientes al abrir el día que en ese momento no eres un fragmento separado de la totalidad. ¿Y qué es eso de la totalidad? ¿Una idea, otro objeto mental del ego, un nuevo producto en el mercado? No. Es lo que es. Es la profundidad de todo lo que hay en tu percepción y más allá de tu percepción. Imagina que un día te levantas totalmente integrado a los muebles de tu dormitorio, y a los del salón, y a las plantas que hay más allá de la ventana y a las personas que hay unos metros más allá. Imagina que ya no te ves a ti mismo como una silueta separada de nada ni de nadie, sino como una hebra más en ese tejido que nunca sabrás a ciencia cierta que es. Integrado  en ese tejido que los científicos buscan y buscan con ahínco y casi desesperación para mensurar y definir y jamás lo encuentran. Ese tejido que llamamos Vida y que quizás jamás podamos medir porque es la consciencia que se busca a sí misma. Imagina que un día ya no te sientes más, nunca más, separado de ese tejido. Hay en ti ahora una profundidad, un entendimiento que nunca antes habías experimentado. Hay en ti esa mañana una calma chicha inigualable que reemplaza la continua ansiedad de otros días, de otros años. Y esa calma, ya no es una calma intelectual, no es una calma provocada porque los sucesos de tu vida por fin ¡por fin! van bien. No. Es una calma que viene de muy abajo de ti mismo,  una calma que no tiene relación con lo que "ocurra", una paz imperturbable con unos matices de alegría y entusiasmo que antes no habías experimentado. Imagina que ya no encuentras más hostilidad en ti. Imagina que de pronto es como si se cayera un velo que ha estado enturbiando toda tu vida durante décadas y ahora ese velo de separación entre algo llamado "tú" y algo llamado "universo" ya no existiera. Sientes de una vez por todas que tu sufrimiento estaba en tu mente. Que los enemigos estaban en tu mente, que las carencias y dolores, estaban en tu mente. Allí se cocinaron, allí pueden desaparecer.  Comprendes de una vez por todas que lo que ocurría "antes" es que momento a momento tomabas al instante único de tu existir, el presente, como un enemigo y la Vida entonces te daba la razón: el presente era tu enemigo.Hallabas enemigos en las personas, en los hechos, en los objetos.  Imagina que de pronto escuchas las interminables historias de la gente cuando te cuenta "su vida" y que te sientes identificado con ese parloteo mental tuyo inacabable cuya estructura es siempre la misma: "no puedo ahora estar en paz con la existencia: por esto, por aquello, por fulano, por mengano, por esta situación". Imagina que sientes una infinita compasión por la gente cuando te cuenta las películas de  terror de sus vidas porque tú también viviste desde el infierno de la mente. Tú también viviste momento a momento como si todo el universo estuviera en tu contra. Pero de pronto un día, algo ha cambiado en ti, una voz muy profunda que viene de muy, pero muy abajo de ti mismo, te dice que ese modo de vivir es incorrecto, incoherente, que no es sano. Imagina que ahora cuando las personas te cuentan sus dramas, lo que tú sientes es una infinita paz que viene de ese territorio en paz que compartes con la persona que está hablando contigo y que tu paz y la paz de esa persona se saludan.  ¡Dos paces profundas saludándose.! UN VERDADERO DIÁLOGO. Ahora esa persona siente que está en paz y que  todo eso tan horroroso que le pasa, es irrelevante. Tu estado de alerta presente, tu estado de paz profunda, de relativizar todo influye en el campo energético de esa persona que te está contando el culebrón de turno que ahora ocupa su mente. Y como tú has sido un experto en culebrones, como tú has sido en el pasado un mejor cineasta del mundo en proyectar culebrones,  lo que sientes ahora es espacio. Espacio alrededor de tu propio problema y espacio alrededor del problema de la otra persona. Y la otra persona entonces "siente" que su problema es irrisorio. Ambos, tú y el otro, han entrado en el espacio de la realidad. Allí, ese espacio, sin objetos mentales. Sin pensamiento, está la realidad del ser humano. No eres indiferente al otro, ahora las paces internas están de fiesta, se han ido juntas a pasear, esas paces son las que conversan, no ya los egos heridos. 
Imagina que un día los pensamientos compulsivos que afectan a la mayoría de la gente ya no están en ti. Ya no te sientes identificado con toda esa cháchara interna insoportable sobre los acontecimientos de algo llamado "tu vida". Sencillamente te levantas como un pedazo de consciencia integrado sin más. Sin identidad absoluta, sin historia personal absoluta, sin profesión absoluta, sin enfermedad absoluta, solo un retazo de consciencia, de vida integrado al tejido Vida por excelencia. De pronto te das cuenta que no puedes morir, que no puedes perder nada en ese tejido. Tú eres el tejido, en él nada se pierde. Siquiera "tu vida" puede perderse. Es como si hubieras decidido morir en vida, porque ahora entiendes que el miedo último del ego es morir, pero tú ya has muerto en vida. Sabes ahora, lo experimentas, que eres Vida y no tienes ese corral cerrado de la gente que llama "mi vida y mis asuntos" y que todo el mundo lucha incansablemente a diario para que ese corral llamado "mi vida" se mantenga en orden. Y nunca se mantiene en orden, porque es un cauce en movimiento. Imagina que ahora las formas del mundo, las personas, las cosas, los hechos los ves parte de ese tejido móvil y ya no te aferrar a ellos. Imagina que ya no vas por ahí contándole a todo el mundo que estás aferrado a una forma a la cual llamas trabajo, persona o cosa y que si lo "pierdes" te mueres. Tú ya estás muerto en vida, eso no te afecta. Estás muerto antes de morir y eso es maravilloso, porque el miedo último del ego ya no está, el miedo a perder todo del ego, ya no está. Ya lo has perdido todo, pero voluntariamente. Se lo has entregado al universo. Le has dicho al universo: te doy mi yo, mi historia personal, mi identidad, te las devuelvo.  De pronto un día, has desaparecido. Has muerto a la forma absoluta de tu cuerpo Sientes que eres un punto de consciencia local, pero comprendes desde tu profundidad, que tu cuerpo es mucho más que eso que te devuelven los sentidos. Ves un árbol y sientes que eres el árbol. Ves a un niño y sientes que eres el niño. Ves a tu enemigo y sientes que eres el enemigo. Ves a una taza de café y sientes que eres no solo el café, sino la taza y la cucharilla. Has sencillamente hecho un pacto de amistad con la Vida. Te has integrado. Ya has muerto, entonces no puedes temer perder el trabajo, a las personas y a las cosas,porque ya estás muerto en vida. Has muerto a pensar compulsamente  sobre "tus asuntos". Has muerto a fragmentar la integridad de la Vida en partes. Eso ya no te satisface. Eso ya no es importante para ti. Ya no tienes vida, eres Vida. Ya no temes morir, porque sabes que mueres a cada rato a la forma y ahora tienes la experiencia del espacio que sostiene a todas las formas. Imagina que un día los pensamientos ya no te atrapan...eres una gota más en el océano de la vida, sin miedo. Y todo aquello que sale en los periódicos, que afecta a la mayoría, ahora ya no te atrapa como antes. Lo lees, lo comprendes, pero eso ya no tiene una realidad absoluta para ti. Durante un tiempo quizás sientas que ya no encajas con los otros. Eso es bueno, no te preocupes. Durante un tiempo quizás sientas que ya no sabes quien eres, que ya no tienes identidad definida. Eso es sano, no te inquietes. Durante un tiempo la gente te tomará como una persona muy despreocupada y casi indiferente. Pensarán que eres indiferente a su interminables dramas. Pero eso no es así, sencillamente tu paz está hablando en la profundidad con la paz del otro, mientras en la superficie el ego suelta todas sus artimañas sobre el horror de tu vida. Imagina que un día esa paz ya no te abandona jamás y te ríes, a carcajada limpia de todas tus preocupaciones. De pronto sientes como una especie de sobriedad en un mundo lleno de gente que ha bebido.De pronto sabes lo que tienes que hacer momento a momento, porque momento a momento pactas amistad con el universo. Entonces ya no accionas como un animal  loco y perturbado, sino como alguien inspirado. Una pequeña acción mueve mundos.  De pronto comprendes la estructura del dolor y el sufrimiento y lo único que deseas es poder ayudar a otros a llegar a ese territorio de paz y cumplir con tu propósito. Imagina....

jueves, 27 de octubre de 2011

SALIR DE LA CÁRCEL

Si ya has vivido lo suficiente habrás notado que las situaciones, las circunstancias y los objetos de tu vida cambian todo el tiempo y las cosas "van mal" cada cierto tiempo. No son estables. Por mucho que uno se obstine "esa cosa de ahí fuera" parece estar en continuo movimiento y cambio, no podemos mantenerla pétrea ni agarrada a un patrón de realidad. A estos cambios naturales de La Gran Matriz de Vida la mente reacciona todo el rato interpretando: esto es bueno, esto es malo, esto es bueno, esto es malo, en un continuo tira y afloje que parece no calmarse jamás. La mente te dirá que no puedes asombrarte por la increíble infinitud de la Vida hasta que pase "algo bueno" y entonces, solo entonces...le dices a la Vida, podrás sonreír y asombrarte ante una flor, otro ser humano e incluso un objeto. Ahora no puedo asombrarme, dice la mente, estoy francamente ocupada en este "asunto". Pero ese asunto no es más que otro problema ilusorio del ego que con la paz y alegría oportunas se resolvería en menos de lo que creemos. Para vivir la Vida como la Vida quiere que la vivamos hay que dejar de ser un esclavo continuo de reaccionar ante los cambios naturales de la matriz de Vida. Esa reacción continua ante lo inevitable es la esclavitud y lo triste es que esa esclavitud la eligen casi todas las personas del mundo todos los días. Para vivir asombrados ante este misterio que es la Vida hay que liberarse de reaccionar ferozmente antes los cambios. No puede conmoverte nada en la existencia si la mente siempre está esperando a que pase algo bueno. Algo bueno siempre está pasando, pero es la mente la que no lo ve. Para una persona sin piernas, que ahora tengas leves incomodidades laborales es irrisorio. Y para un tetraplejico que solo puede mover los párpados, no tener piernas sería una bendición, si es posible gozar de brazos y movilidad en una silla de ruedas. Todo depende de la justa perspectiva con la que miramos las cosas. No podemos evitar que los cambios lleguen, que las personas se vayan, que se mueran....¡van a morirse! no podemos determinar si alguien es joven o viejo para abandonar su plano físico, ni si es justo o injusto que las cosas, las estructuras de nuestra vida, se modifiquen e incluso caigan por completo muchas veces en nuestro paso por una vida. Hay que vivir perdiéndolo todo todo el tiempo para ganar más de nosotros mismos. Abandonarse a esos cambios con absoluta rendición y entonces ves que en realidad el cambio es el combustible de la Vida. Sin esa manzana  podrida alimentando el barro, no podrá crecer una nueva semilla de otra manzana, o quizás un ciruelo. Quizás las cosas nunca van mal, quizás solo están cambiando las formas visibles de tu mundo y eso no lo puedes evitar, porque evitarlo implicaría la aniquilación de la Vida. Muerte por estancamiento. Lo que somos es tan misterioso, es tan magnífico que pasar por ese misterio aferrado a todo es pedirle al cauce de un río que no corra.
En estos momentos todo en tu vida puede perderse y aún así sigues intacto. El Ser que es la fuerza invisible que sostiene a todo, sigue vivo, nunca nació, no puede morir. La vida diaria no tiene que ser una lucha continua para evitar perder a las personas, las cosas y los hechos. La energía solo se transforma. Ese manto solo cambia de color, de textura, de nombre. Y para eso hay que salir de la cárcel de la mente, hay que ser siempre más divertido, más grande, más alto que los hechos del mundo, siempre en peligro de cambio y descomposición. Para vivir en estado de asombro y gratitud hay que abandonar la historia personal, aparcar en un rincón de la consciencia a  la telenovela propia que la mente inventa a cada rato. La mente es una gran productora de culebrones cinematográficos.  El asombro tiene un precio: abandonar esa  esclavitud, salir por fin...de la cárcel.

martes, 25 de octubre de 2011

¿QUÉ NARICES ES ESO DEL EGO?

No existe ningún delfín en el planeta, ninguna montaña, ni margarita o bacteria que no vayan a tocar su cumbre como criaturas del universo. No existe ningún quark (la partícula más ínfima que se conoce) que no viva con visión y propósito.

La gran diferencia entre un humano y un perro no consiste solo en el desarrollo de la complejidad de su sistema nervioso, de su cerebro, sino en que solo los humanos tenemos algo llamado EGO. Salvo el ser humano, ninguna otra criatura tiene ese comentarista en la cabeza, que actúa siempre como un loro descontrolado, que está todo el santo día diciéndote tonterías  e insistiendo para que las creas. Algunos autores como Miguel Ruiz le llaman "el parásito" porque nuestro ego, nuestro falso yo, es realmente un parásito síquico que te come toda la energía. Esa es "su función". Si tú logras identificar al parásito en ti, yo le llamo "bichejo" y conoces su estructura, la felicidad comienza a convertirse en un asunto serio en tu vida y en una prioridad.
En estos momentos tú convives con varias dimensiones de ti mismo, que son en realidad todas las dimensiones del universo. Digamos que existes en varias capas. Según tu grado de profundidad en el vivir, puedes comprender mejor qué no eres. Lo que eres es algo insondable. Eres todo el universo y eso es algo que no se puede describir. Pero sí puedes experimentar estas certezas cuando hayas abandonado el dramatismo en el vivir.

Para acceder a una felicidad orgánica, a una felicidad asentada y consolidada que no la derriben a cada rato "las circunstancias" necesitas cultivarte. Necesita quitar capas y capas de condicionamiento adquirido. Necesitas domesticar al parásito, hacer las paces con el bichejo.

Convives en estos momentos con tu Espíritu Incondicionado, con quien eres realmente y con el bichejo, el ego. La mayor parte de la humanidad, sobre todo en Occidente, está entrenada a vivir solo desde las voces del bichejo.

Veamos qué narices es eso del parásito o Ego.
El Ego es una idea errónea que tienes de ti mismo, es un concepto, un "objeto mental" sobre ti como algo separado del resto de la existencia, de la fuente de su vida, de los otros  y en permanente amenaza. Esa es "su estructura". Esos son los cimientos del parásito: "EXISTO APARTE Y PUEDO MORIR EN CUALQUIER MOMENTO". Esa es la visión del mundo que tiene nuestro loro en la cabeza y ya sabes, su función es darte todo el día un telediario del horror sobre lo que es "tu vida" y "tus asuntos". El ego come algo diariamente y a todas horas, esta es su comida preferida: pensamientos compulsivos y negativos sobre tu vida, la Vida, la vida de los demás, etc. El Ego quiere que veas en el universo a un enemigo, esa es su función. Está todo el día machacando  el cerebro con pensamientos negativos, de miedo, de desvalorización, de ansiedad, de depresión, de tristeza, de impaciencia. Ante todo el ego no quiere que sepas quien eres realmente: Espíritu Infinito, no condicionado. El ego no desea que estés en paz. El Ego, el parásito, el loro en la cabeza, quiere que estés siempre inquieto y dramatizando por absolutamente todo. El ego quiere que pases por el día con una actitud de victima y que realmente creas que ahí fuera hay un gran enemigo que está ahí para quitarte tus cosas, tus afectos, tus juguetes y que en cualquier momento puedes morir desnutrido y enfermo y además, solo. Esa es su misión. El ego ha sido creado por la misma Consciencia Infinita, o al menos esa es mi teoría, para que exista algo llamado: evolución espiritual. Sin ego, sin ese tremendo coach que tenemos, no existiría el camino espiritual ni el desarrollo del potencial infinito del hombre.  No existirá la expansión humana. Cuando descubres la esencia del ego, su estructura, has dado un paso formidable como Ser- Humano (tus dos dimensiones importantes): EL SER Y EL HUMANO, lo no manifestado y lo manifestado. Porque ahora ya sabes que  narices es el loro ese que te machaca la mente todo el día con su continuo telediario de atrocidades sobre tu drama vital.
Hay una prioridad en el ego: no desea que veas tu grandeza, no deseas que sepas que eres Vida a secas y quiere que pases  todo el santo día en un estado de estrés por "tus asuntos".El ego quiere que estés toda la jornada pendiente de ti mismo y de tus problemas.  En otro plano de la realidad, el Ego quiere que vibres siempre en frecuencias bajas. Recuerda que eres energía vibrando en diferentes frecuencias. El ego quiere que pienses que la felicidad y el bienestar son siempre de naturaleza externa y que tú no tienes ningún control sobre tu energía mental. El parásito hará todo lo que esté a su alcance (el parásito te conoce bien, conoce tus puntos flacos) para que no descubras que tú eres PAZ INFINITA, una paz que está más allá de todo acontecimiento y que esa paz es siempre, SIEMPRE, tu responsabilidad y que solo tú puedes elegirla.
El parásito quiere que pases por la vida preocupado, ansioso, temeroso y siempre amenazado por algo que también es un invento del parásito que se llama: "los otros". Los otros son por supuesto, otros egos, otros parásitos. Has de entender esto usando tu voluntad y tendrás que pactar contigo mismo momento a momento durante el día: tu ego quiere tu infelicidad. Quien eres realmente quiere tu realización. Tu realización ya existe en tu depósito vibratorio. Tu realización existe mucho antes de tu nacimiento. Tú tienes un depósito energético  dónde todos tus sueños están ya realizados. Cada vez que emitiste un deseo al universo, se fue creando ese depósito. Cuando te sientes feliz y agradecido por todo lo que tienes, cuando trasciendes tu dramón vital, eres un homólogo vibratorio de tu depósito y es cuando se suceden los milagros y los sueños se cumplen. Pero te tienes que convertir en un entrenador hábil de parásitos. Tienes que convertirte en un experto de tu propio parásito y descubrir cuáles son los principales pensamientos negativos que consume a diario. Porque por ahí te tiene pillado el parásito. Esa es su comida favorita. Puede que sea que te sientes no valorado como profesional o siempre te sientes solo, o siempre estás enfermo. Por lo general la estructura del parásito en todos los humanos es "qué mal me va todo" Pero dentro de esa gastronomía del ego, hay postres y platos favoritos que solo le gustan a "tu ego" y se repiten la mayor parte del día, como por ejemplo: "nadie me quiere ni me valora".
Una vez que sabes qué narices es eso del Ego, estás listo para avanzar porque ya puedes cogerle por los cuernos cuando el ego pide cada día su comida. Y en lugar de dar de comer al bichejo, puedes alimentar su Espíritu, quien eres realmente. Un ser capacitado internamente para ser feliz sin causa alguna. La felicidad es siempre algo interior que luego se exterioriza.

domingo, 23 de octubre de 2011

ORACIÓN PARA LA LIGEREZA EN EL MUNDO


Querido Universo: permite que pase por el día con una actitud de testigo ecuánime de todas mis circunstancias. Permite que mis experiencias no me atrapen ni consuman emocionalmente al punto de perder a cada rato mi vórtice. Estoy en el mundo más no soy del él. El mundo es una emanación de mí mismo. Querido Universo permite que nada me doblegue, que ninguna situación de vida sea más grande que mi apreciación y devoción  a la totalidad de la Vida. Permite que yo sea un vidente de ese tejido  único que  une toda la Vida y que me sienta tan integrado, tan abastecido, que ya no use el dolor como método de gestión de mis experiencias. Permite que me vuelva sereno, alegre, desapegado.  Yo soy parte de ese tejido único que llamo realidad, que llamo Vida y solo debo establecer un pacto de amistad con esa totalidad, con ese campo momento a momento. Solo eso se me pide: que permita esa amigabilidad varias veces al día. Eso es todo para que Todo sea en mí.  Permite Universo que no me olvide de ese pacto. Querido universo hazme cada día más agradecido, más ligero en mi andar, más libre de ataduras. Dame esa gratitud orgánica que es capaz de celebrar cada átomo sin juzgar si ese átomo le conviene o no le conviene a mis asuntos. Es Vida todo lo que veo y yo solo soy una hebra más y nada menos que una hebra más. Que este pensamiento impregne todo mi día.  Los otros son solo otros egos, pero sé que en su esencia son Vida, como yo y los delfines y las flores. Permite que ya no juzgue el modo de vivir de otras de tus criaturas.Que deje de ser un animal criticador de todo, como un perro que ladra y ladra más nunca juega . Hazme responsable de lo que salga de mi boca. Si critico estoy criticando a Vida, estoy juzgando algo que está en todo, que es mi fuente. Eso ya lo probamos como civilización más no ha dado resultados. Hazme lo suficientemente visionario para dejar ya esos métodos anticuados y desfasados de tu grandeza,para hacer mi mundo. Hazme apto para vencer de una vez por todas lo celos, la envidia y la baja auto-estima. Soy todo el manto de Vida, por lo tanto ¿cómo voy a envidiarme a mí mismo? Soy toda la fuerza de Vida, por lo tanto ¿cómo voy a celarme a mí mismo? Soy todo el campo de energía de Vida, por lo tanto ¿como me voy a sentir menos que otra parte de ese campo? Permite que dónde mire vea la perfecta igualdad de la creación. Permite universo, que ya no tema no tener amor, dinero o salud, ya que todo proviene de la misma fuente y está hecho del mismo material. Todo está en ese tejido único.  Permite que haga un pacto de amor con la fuente en cada momento en el que mi ego hable de carencia, de dolor emocional o de enfermedad. Hazme ligero en mis juicios, hazme más grande que cualquier situación de vida que siempre serán secundarias a la Vida única. Que hoy nada me rompa, me desequilibre, me desencaje. Soy mucho más que lo veo. Soy mucho más que mis ilusorios problemas. Soy mucho más que mi mente compulsa.Soy mucho más que esta circunstancia que hoy me afecta.  Soy el espacio entre las cosas y los hechos. Soy el silencio entre las formas. Permita que vea ese espacio de ti en todo, sin alterarme, sin enfadarme, sin irritarme si tus formas no hacen lo que desea mi ego.  Finalmente permite que aprenda ya sin usar obstinadamente la carretera del dolor que tantas veces he transitado. Haz que estallen mis escalas y me vea en todo. Hazme de gran perímetro  para que las cosas pequeñas del mundo no me alteren esos tamaños que son tus tamaños. Que dónde yo vaya lleve ligereza en lugar de cargas, que con quien hable aligere sus angustias, que en quien piense me aligere de mi apego a ese ser.  Hazme como tú,  ligero,ligero, ligero. Que yo pase liviano por el día sin tanta seriedad y gravedad. Nada es tan radical ni tan tremendo, hazme más ligero que la voz de mi ego. Puedo reírme hasta la saciedad de mis asuntos, de mi enfermedad, de mi carencia actual, de mis desavenencias con otros. Puedo reír a carcajadas de mi propia novela vital  y todos sus dramatismos y sencillamente posarme  con  otra calidad en el mundo, con otra cualidad vibratoria, con otro estado del Ser. Como una pluma sabia que deja llevarse por el viento. 




miércoles, 19 de octubre de 2011

LA OTREDAD Y EL OCÉANO

La otredad y el océano. Piensa en un momento en el océano. El océano como entidad material es la representación más cercana a tu identidad real. Imagínate frente al océano. Es un todo, una masa inmensa de agua en la superficie con una vida impresionante dentro. De pronto ves olas en la superficie. Cada ola es distinta y jamás se repite. Cada ola “parece tener una identidad”, cada ola parece distinta de las otras olas y distinta del océano. ¿a que sí? Mientras miras el océano tienes a veces la sensación de que cada ola es distinta al océano, como una entidad separada. Imagina que una de esas olas, que es sólo una “fluctuación” en la totalidad de la masa de agua tuviera voz humana y dijera en voz alta: “¡yo soy una ola independiente del resto del océano!”. A que si presenciaras dicho acto egótico de la ola, te parecería que la ola se está “equivocando en su percepción” de sí misma. Si pudieras hablar con esa ola siempre cambiante, no irías a decirle: oye ola, bonita, eres muy bella pero desde fuera, desde la playa, yo no veo que tú seas algo “separado” del resto del océano. Más bien todo lo contrario, yo como humano lo que veo desde esta perspectiva más lejana de ti, es que incluso llamarte “tú” es una ilusión que tienes. Me parece ola que estás bastante engañada en tu percepción, como humano que te observa desde la playa creo que eres lo mismo que el océano, solo que esa fluctuación de agua que eres “parece” que eres otra cosa distinta del resto de las olas y del resto del océano. Bueno, no sé, como humano con una perspectiva “más alta” de ti, creo que tu mente de ola está confundida. Confundes que sólo eres una “fluctuación” de la misma agua, con que eres algo “distinto” del agua. ¿Comprendes ola lo que “yo” como humano quiero enseñarte?: No deberías sentir jamás que te va a faltar “agua” ni que no eres “agua”. Vamos desde mi postura humana, está más que claro. Además he observado ola, que jamás eres la misma todo el tiempo. Quizás tú te veas como una ola “petrificada”, pero lo que “yo” como humano puedo observar es que tus fluctuaciones de agua que eres, siempre son distintas. Eso significa que nunca eres “la misma ola”, por lo tanto ola, si “yo” fuera tú no me haría problemas por tu pasado de ola ¡si nunca eres la misma fluctuación de agua! ¿Cómo vas a preocuparte por lo que has hecho o harás como ola, si nunca eres la misma? Vamos, que “yo” como humano observo la tontería de tu mente al preocuparte por la “ola que fuiste y sus problemas, o por la ola que serás y sus problemas” si “yo” como humano observo que a cada instante eres “una ola nueva”. Vamos, ola me parece una tremenda ilusión de tu mente que te preocupes por estas cosas del pasado y del futuro y que incluso te sientas que eres otra cosa que el resto de las olas, cuando me hablas de tus conflictos “con las otras olas” ¡qué tontería ola, verte distinta de las otras olas! Y también debo decirte que me hables de que sientes carencia de agua y de amor de parte de otras olas y del océano, es una ridiculez mental inaudita para mí, que como humano te observo desde la playa. ¿Cómo va a faltarte agua si eres agua? ¿y cómo va a faltarte amor de otras olas si no existen otras olas? ¿No ves que tú eres la misma agua, pero te parece que existe “esa otredad”? Es que vives bajo una ilusión ola, que “yo” como humano desde fuera de ti te observa con cariño. La ola se queda pensativa un rato y le dice al humano: “lo mismo pienso de ti, estás bajo la ilusión de la “otredad”. De que eres distinto a otros y a tu fuente de vida, que no debes preocuparte porque eres la fuente de vida, que si construyes cercos eléctricos en tu cada es porque vives bajo la ilusión de la “otredad”. Que si sientes carencia y falta de amor, es porque estás bajo la ilusión de la “otredad”. Ambos , tú como fluctuación de la totalidad que eres, como una arruga cuántica que eres del todo y yo como lo mismo, estamos muy ilusionados. ¡QUÉ BUENO DESCUBRIRLO HUMANO! El miedo que sentimos es porque creemos en que existe “esa otredad” y de ese sentimiento nacen todas nuestras acciones y reacciones en la vida, y ésta “realidad” no es real. Es ilusoria. Y entonces el hombre entró en el mar y el mar entró en el hombre en un profundo abrazo de entendimiento.

domingo, 16 de octubre de 2011

LA DUCHA, LA PUERTA, LA MANZANA...

Casi todas las personas de este planeta y ¡Probablemente muchísimos extraterrestres! desenvuelven su jornada en base a este concepto mental: “mi vida y mis asuntos”. Casi todos nosotros tenemos un cerco delimitador y con unos tamaños y escalas sobre algo que es inconmensurable, no medible ni escalable que le llamamos Vida. Todos nos levantamos por la mañana con esta idea: “debo ocuparme de mis asuntos, de mi vida”. Pero ¿es real que exista algo llamado “mi vida”? ¿Dónde empieza “mi” vida y dónde acaba “mi vida”. ¿Qué perímetro tiene? ¿Varios metros, centímetros, kilómetros? ¿Cuántos seres integran esa parcela que llamo “mis asuntos”? ¿Diez personas, veinte, dos, un millón? Por ejemplo la galaxia de Andrómeda ¿está dentro de mi asunto y mi vida? ¿Los chinos, los australianos, son “mi asunto”, o solo lo son esos seres que llamo mi madre, mi padre, mis hermanos, mis hijos? Para nuestro Espíritu incondicionado no existe nada llamado “mi vida”. Solo existe Vida a secas. Es un manto infinito, sin escala mensurable por ahora, extremadamente dinámico y fluido que pasa por ti en estos momentos y es tú. Ese campo de energía e información se aglomera, se estructura en innumerables formas y diseños, texturas y sonidos. Ese campo se encarga de la digestión de nuestro desayuno de esta mañana, de que los dedos tecleen estas frases, de que nuestros ojos perciban y de millones y millones de procesos de increíble complejidad que nuestra mente finita no podría nunca mensurar ni medir. Ese campo de Vida pura, de Vida en estado activo e inherente a todo es “tu asunto”. Ese campo que contiene todas las formas que llamas “mis asuntos” ocurre en una dimensión temporal y esa dimensión temporal tiene composición ilusoria para que te desenvuelvas dentro de ese campo de Vida Pura en orden y puedas asumir cerebralmente y con una estructura de pensamiento tus experiencias. Esa idea ilusoria, esa convención mental la llamamos “tiempo” y la dividimos en tres partes. Pasado, presente y futuro. Pero esta división no existe realmente. Nadie la encontró nunca. Esta división es solo una idea mental. Un producto mental. Un objeto mental. ¿Dónde comenzó tu pasado y cuando comienza tu presente? ¿Tienes una fecha para eso? ¿Acaso una hora?
Entonces ya vas comprendiendo que si no existen fronteras legítimas y medibles entre “tu vida” y Vida y si no existen tampoco fronteras medibles para el tiempo, eso solo significa una cosa: “mi único asunto es Vida y mi único momento es Ahora”. Esto quiere decir que todas nuestras preocupaciones sobre nuestros asuntos tienen como base el tiempo. El concepto mental de “esto es mi vida” ocupa el 98 por ciento del contenido mental de casi todas las personas del planeta. Y esa cosa que llamamos “mi vida” parece estropearse todo el rato. Ese objeto mental que llamamos “mi vida” es como un electrodoméstico que nunca acaba de funcionar bien y parece que hay que llevarlo al técnico todas las semanas.
Pero si eres capaz de reflexionar sobre esto y darte cuenta que la genuina gestión que tienes que hacer sobre tus asuntos son solo uno: tu amistad con ese “asunto” que es único y que es Vida, y no existe en ninguna parte una división catastral que delimite “mi vida” ni existe ninguna división temporal que delimite “mi tiempo”, entonces la escala de tu asunto comienza a expandirse. De pronto tu mente ya no está eclipsada por la intendencia de eso que llamas “mi vida” y sus ínfimos detalles. De pronto cada momento contiene a “todo tu asunto” que es uno solo: la Vida y un solo momento: Ahora. Entonces te levantas por la mañana con una orgánica gratitud, con una cimentada y trabajada gratitud y comienzas a ocuparte de “tu asunto principal” que es hacer un pacto. En ese acuerdo, pactas que el gran asunto del día será tu amistad con Vida y ese pacto lo vas tomando momento a momento. Esa amistad con Vida es tu asunto principal. Ir al banco, enviar correos, comprar fruta, pedir trabajo, pensar en una idea….todo eso pasa a estar supeditado a ese pacto de amistad que has hecho con tu único asunto: Vida. Notarás una ligereza tremenda en el vivir cuando desaparece esa frontera mental entre “mi vida” y Vida. De pronto te das cuenta que solo hay una Vida y que esa Vida es tu asunto. Cuando momento a momento Vida ocupa tu mente, “tus asuntos” por arte de magia cobran otra dimensión. Parece que el único asunto importante: tu pertenencia a Vida, brilla ahora a través de “tus asuntos”. Si estás duchándote, el agua es tu asunto de ese momento. Sentir como caen las gotas en tu cuerpo, sentir tu cuerpo húmedo es en ese momento tu único asunto y el más importante. Luego coges la toalla y comienzas a quitarte la humedad del cuerpo, sentir la textura de ese género, su calidez, su olor, su rugosidad pasa a ser el asunto siguiente. Y no hay asunto más importante que ese. No la llamada que harás luego, no la sensación de no tener dinero, sino sentir la toalla. En ese momento toda tu vida, todo tu asunto es lisa y sencillamente “sentir la textura de la toalla” y todo el universo en ese momento está ahí: sintiendo la textura de la toalla. Luego vas a tu dormitorio y comienzas a vestirte. ¿Cuál es tu asunto en ese momento? ¿Tu jefe, tu falta de trabajo, tu novio que no llama, el lechero, la bolsa? No. Tu asunto en ese momento es colocarte la ropa y todo el universo en ese momento está enfocado en tu asunto que es vestirte. Entonces ya no está tu mente pensando en que no tienes trabajo….sino agradeciendo que tienes una pierna que vestir y otra pierna y de pronto aparece un brazo, y luego otro y miras tu cuerpo y tu ropa con infinita devoción. ¿Cuál es el gran asunto de “tu vida” en ese momento? Vestir esa maquinaria increíble que llamamos cuerpo y admirar esa obra maestra de ingeniería. Sus millones de células, su azarosa y dinámica tarea de mantener en funcionamiento más de seis mil millones de procesos químicos y mecánicos. ¿Es tu asunto pensar en la caída de tus valores en la bolsa en ese momento o apreciar esta obra única que es tu cuerpo? Luego de vestirte vas al baño y te arreglas. ¿Cuál es tu asunto en ese momento? ¿Tu desesperación porque un amante no te llamó ayer? ¿Estás en ayer? No, no estás en “ayer”. Ayer es una idea mental que está pasando ahora. Si decides que vas a maquillarte y arreglarte como si todo el universo se maquillara contigo en ese momento, estás en lo cierto: todo el universo, todo asbsolutamente todo el universo se está poniendo sombra de ojos en ese momento. Y para Vida, ese es su asunto ahora: maquillar los ojos.¿Está tu mente en el asunto más importante del momento que es apreciar esas lentes fotográficas maravillosas que son tus ojos, que existan productos de maquillaje tan bonitos como para hacerlos más bellos, o está tu mente en otro “asunto” tal como: “debería llamar a Luis” En ese momento no estás llamando a Luis. Todo el universo está maquillándose contigo. Los chinos están maquillándose contigo, los delfines están maquillándose contigo, Donal Trump se está maquillando contigpo, las bacterias de están maquillando contigo, todas las galaxias están maquillándose contigo. ¡Así de importante es ese asunto de maquillarse en ese momento! No hay otro asunto más importante. No hay nada en el mundo que tenga más repercusión en ese momento en tu vida. Luego vas y sales del baño y sales a la calle o vas a otra habitación. ¿Cuál es tu asunto ahora? Quizás solo sea abrir la puerta. Pero abrir la puerta ya no es algo secundario. Ya no es algo accesorio para pasar rápido a otro asunto de eso que llamo” mi vida”. De modo que abrir la puerta se convierte es todo un asunto del universo. Todo el bendito universo está abriendo la puerta ahora. Todas las personas del planeta están abriendo la puerta contigo. Todos los animales y las plantas están ahí contigo, abriendo la bendita puerta. Ya no es una puerta común. Es “la puerta”. Es un montón de árboles y leñadores y carpinteros y diseñadores de muebles y vendedores de puertas que están ahí contigo abriendo la puerta. Estás en la calle ¿cuál es tu asunto ahora? Tienes una entrevista de trabajo. Pero ahora no estás en la entrevista. Eso pasará en algo que llamas después. Ahora estás en la calle y vas a dirigirte a tu entrevista. ¿Cuál es el asunto de tu vida ahora? ¿La puerta? No, la puerta ya no es tu asunto. No corresponde que te pongas a pensar en que la puerta no cerraba correctamente o estaba rota. La puerta ya no es tu maravilloso asunto. ¿Es entonces la entrevista de trabajo? Tampoco. El universo no está ahora en tu entrevista de trabajo. Tu asunto ahora es caminar. Un paso tras otro. Y apreciar el único asunto que es importante: La vida. Pasas por una frutería y una manzana hermosa te llama la atención. La compras. Ese es el asunto del momento: la manzana. Lo increíble que es . Su morfología, su aroma, su jugo, su peso. ¿Es ahora tu asunto el maquillaje, la puerta, la entrevista? No. Todo el universo está ahora en la manzana. Toda la fauna y la flora está en la manzana. ¡Barak Obama está contigo pensando en la manzana! Todos las frutas del mundo están felicitándote por haber elegido a esa manzana. No es cualquier manzana. Es “la manzana”. No hay manzana en el mundo más importante que esa. Absolutamente todos los manzanos del planeta están ahora apoyando a esa manzana. Y absolutamente todos los recolectores de manzanas y todos los sembradores de manzana y todos los terratenientes. Es todo un acontecimiento esa manzana. Es toda una celebración esa manzana. Una fiesta de los sentidos. El universo entero se ha recreado en esa manzana. Esa manzana es todo tu asunto. Esa manzana es toda tu vida. No hay nada más prioritario e importante que apreciar a esa manzana. ¡Es la súper manzana! Tiene una importancia radical.
Sigues caminando y hay árboles a tu vera, pájaros, personas, cosas, coches, semáforos. Todo eso es tu asunto ahora. No la entrevista de trabajo. No la situación de que no tienes trabajo, no que Luis no te ame y no te llame. Eso no son más que objetos mentales que están estropeando el único asunto importante ahora: estás en un bendito semáforo en una esquina de una hermosa ciudad. Y el semáforo y la esquina y los millones de hojas de los árboles que te rodean son ahora “tu vida” y “tu asunto”. No hay nada más importante ahora que ese semáforo y esa esquina. Recuerda. No es cualquier semáforo! ¡Es el semáforo del universo! Es el milagroso semáforo universal. Esa esquina no es cualquier esquina. Es la esquina dónde está pasando la Vida. Esa esquina es tu esquina. Esa esquina es increíblemente importante en toda la ciudad, en ese momento es dónde se juega la Vida. Esa esquina contiene información de suma prioridad. Tu mente no está en la entrevista de trabajo. Tu mente está en la esquina y recuerda, todo el universo está ahora en la esquina por cruzar la calle. ¿Cuál es el asunto más prioritario ahora? ¿La ducha, el maquillaje, los ojos, la puerta, la manzana? No. El mega asunto ahora es la esquina y todo su despliegue. Esa esquina contiene una celebración de Vida. Una ceremonia dónde están todos los toltecas, los aztecas, los egipcios, los romanos, los griegos, los etruscos. Para lograr esa esquina millones de humanos en la historia tuvieron que intervenir. En esa esquina y todos sus componentes están cientos de millones de horas de diseño y trabajo. Cientos de millones de procesos. Es tan importante lo que está pasando ahora en esa esquina! Detrás de cada coche hay decenas de ingenieros con vidas geniales que se han dejado la piel para diseñar ese coche que pasa ahora a tu lado. ¿Notas lo importante de este asunto? ¿Notas la importancia de ese coche en tu vida, en tus asuntos? Tú estás ahora ahí en la mesa de trabajo con esos ingenieros. Estás con ellos diseñando ese coche con tu aprecio. ¡Estás a su lado diciendo con tu aprecio: qué coche más bello, gracias señor ingeniero por esas noches sin dormir para diseñar a lo mejor solo la carrocería. Gracias familia del señor ingeniero! ¿Te das cuenta? Todo el universo reunido en una mesa de trabajo para diseñar el coche y ese coche está en tu esquina ahora. ¿Ves que no es cualquier esquina? Ese coche y los cientos de vidas que encierra ese diseño es tu asunto ahora. No hay otro asunto más que celebrar esa gloria del diseño, del trabajo y de la tecnología que es ese coche. La Vida entera ahora es ese coche. Llegas a la entrevista de trabajo, la tienes, y te dan el trabajo o no te lo dan. Eso da igual.
Si me estás siguiendo hasta ahora te pregunto: cuando la Vida pasa a ser el asunto principal en lugar del asunto secundario ¿dónde quedo tu infelicidad? Como ves si vives sin “tus asuntos” y la Vida Pura se convierte en el principal asunto no hay tiempo para ser infeliz. No hay tiempo para pre-ocuparse. No hay tiempo para hablar de crisis, para sentirse solo, para pasar con amargura por el único asunto que es la Vida. La ducha está contigo amándote, la ropa, el maquillaje, la puerta, la esquina, el coche…la recepcionista de la oficina, toda la oficina, el entrevistador. El entrevistador no es un asunto más importante de lo que fue la manzana. Ambos tienen la misma extrema importancia. La manzana te hizo compañía, y la puerta con todos sus carpinteros dentro y sus familias y el coche con todos sus ingenieros y sus familias te besaron esta mañana. ¿Dónde queda tu dolor ahora? No hay lugar para eso ahora. No hay espacio para el dolor y el sufrimiento si vives el único asunto que debe importarte: La Vida Ahora. Entonces notarás un brillo, una eficacia destilando por cada acto que tomes y cada acción, cada e-mail, cada paso es una celebración. Tienen ahora una calidad diferente a cuando la mente estaba obstinada en ocuparse de otro asunto que no fuera el momento. Ahora ya no estás circunscripto a una cárcel conceptual que se llama “mi vida” y que tienes todo el tiempo que reparar, modificar, despreciar porque “mi vida” nunca es suficiente. Porque parece que siempre le falta algo. Ahora que sabes que eres Vida, vida a secas, dejas todos “tus asuntos” en manos de esa fuerza. Ya no eres un ser finito continuamente amenazado. Eres todo ese manto que de luz, toda esa fuerza que hace que giren los planetas y las semillas germinen. Sigues operando en el mundo, sigues moviéndote y haciendo “las mil cosas del mundo, tus metas” pero tu modo de posarte en el mismo es ahora de altísima calidad. Ahora el Ser brilla en la ducha, en la puerta, en la manzana en el coche y en todos los otros seres. Es cuando se acaba eso de “mi vida y mis asuntos” y la Vida y todos sus componentes brillan contigo.

jueves, 6 de octubre de 2011

MÁS QUE HUMO

Las muchas cosas que pasan, los interminables sucesos de tu vida, todos los hechos por los que pasan son fugaces y transitorios. Esas experiencias llegan a ti siendo importantísimas. El ego las toma como algo absoluto e irreductible y entonces es cuando estás a merced del mundo. "Me robaron, mi esposa me dejó, me quedé sin trabajo, mi hijo se ha ido, el coche se ha roto, la crisis económica, ella no me quiere ni me llama, él no hace lo que espero". Todas las conversaciones entre las personas parecen estar llenas de estos contenidos, más todos son solo eso: contenidos intercambiables. Cada momento pasan cosas, todo el tiempo. En realidad siempre estamos en el Ahora y parece que pasa el tiempo porque su contenido es "móvil" y eso nos da la ilusión del tiempo. Pero todas las veces que pasaste cosas malas, cosas buenas, que estabas enfermo, que estabas enamorado, que se te vinieron abajo los sueños, que te premiaron, que disfrutaste, que no disfrutaste, que pagabas facturas, etc....todos hechos tan radicalmente importantes para el ego, pasaron ahora. Siempre fue Ahora. Cuando me operaron de cáncer, fue ahora. Cuando me curé fue ahora, cuando expuse aquí o allá fue ahora. Siempre he estado y tú también en el Ahora. Pero el mundo es tan convincente...las muchas cosas que pasan son tan relevantes para el ego que no te permite ver lo que son realidad: formas que llegan y se van, formas que vienen de la nada y en la nada se disuelven. Entonces las situaciones de vida eclipsan todo el tiempo la Vida por debajo, ese silencio profundo sin el cual las "muchas cosas que pasan" no podrían darse. Estamos en un punto de la evolución en el que el soñador puede soñar despierto. Crear formas en el mundo, jugar con ellas, disfrutarlas, pero sin perderse en el mundo de los sentidos. ¿Y cómo hago me dirás? Las muchas cosas que pasan me atrapan a cada rato....las facturas, los hijos, los amores perdidos, los amores ganados, los enemigos, ese que odio, aquella a la que envidio....mis ex-parejas, mis ex-jefes....todo eso llega fingiendo ser el eje central de tu vida, pero si lo analizas en profundidad, no es más que humo...todo eso que tanto te ha consumido la salud, la mente, las energías...ahora es Humo. Toda esa preocupación de hace cinco años, de hace diez años, de hace veinte años que te llevó tantas veces a la enfermedad, a la vejez, a no vivir....ahora es Humo. Una nueva civilización pide gente que se haya rendido ya al dolor...que ya lo de como sentado en la condición humana y lo vea tal cual es: humo mental. No se nos pide no actuar, quedarse mirando fijamente un punto en el techo...sino relativizar toda situación de vida y encender al máximo la conexión con la Vida que somos debajo de todos esos hechos tan extenuantes. Qué dicen las noticias en los periódicos y en la televisión? ¿habla algún periodista del Ser Interior que subyace debajo de todas las formas? ¿Hablan de cómo la mente crea la realidad y los supuestos problemas que no son más que diferentes ratas vibratorias de la energía? ¿Es esa información exacta? Tienes derecho a investigar por tí mismo qué narices es la realidad. ¿Sabe el presidente del País que su cuerpo está hecho de átomos que están totalmente vacíos? Investiga por ti mismo. No te quedes con los hechos de otros....el otro no es más que otro ego y es una cualidad del ego estar desinformado. Tienes el derecho divino de investigar a fondo al menos qué y quien no eres. No estamos aquí para pasar de una preocupación a otro como un mono loco, que no sabe otra cosa que hacer. Estamos para expandir los límites de nuestra percepción. La Vía Láctea se ha sostenido todos estos años en órbita pese a nuestras diarias preocupaciones por la hipoteca. Es evidente que la vida tiene una renta y que una cosa llamada dinero es muy importante. Pero quizás su fuente no sea la que pensamos. Despertar en el sueño implica crear formas desde un estado mental más ligero y despreocupado. Hace diez años estabas preocupado por lo mismo de ahora...recuerda todas esas noches sin dormir. Quizás haya que cambiar el enfoque. Pensar se ha vuelto una adicción, una disfunción tremenda que nos aleja de la perfección del momento presente donde "todas esas malditas cosas pasan". Siempre pasarán cosas, una tras otra...pero quizás no tengan tanta importancia. Quizás el mundo no sea tan sólido y radical y se pueda crear formas de un modo más armonioso. De todos modos ahora mismos las semillas de tomate del planeta están germinando ajenas a mis desamores y desengaños. Quizás no haya más que rendirse al momento y captar su Belleza, traiga lo que traiga, sin obstinarse en que eso que trae "está mal". Quizás no lo esté....este puede ser el punto de la transformación de tu vida. Cuando el presente ya no es un enemigo, el Ser y su Belleza entra en todo lo que haces y lo enciende. Es como si brillara en cada uno de tus actos. Los actos de los demás ya no te cautivan tanto ni los juzgas de un modo tan cansado. Los otros son forma jugando. Quizás la infelicidad no sea más que humo....

martes, 4 de octubre de 2011

QUE ES LA AUTOESTIMA




















Cuando piensas en una galaxia, en una montaña, en un bello pájaro, en un delfín, en una secuoya gigante, en una catarata lo que te viene a la mente es una sensación de recogimiento, de extrema devoción hacia ese diseño de la existencia. No sabes quién lo creó, no sabrás nunca la verdadera identidad de esa excelsa inteligencia. Solo sabes que eso que te conmueve es Belleza pura. No lo juzgas, no eres capaz de juzgar a la Vía Láctea ni a la nebulosa de Andrómeda. No hay ego cuando te sobrecoges al observar el Gran Cañón del Colorado o una playa infinita bordeando a un mar infinito, eso que sientes por esas obras maestras del diseño Universal es tu autoestima proyectada. Es una autoestima inconsciente. Es una sincronicidad entre tu Belleza y la Belleza. La verdadera autoestima no es verte a ti mismo como superior a los demás diseños humanos sino una apreciación limpia de juicios hacia tu inconmensurable belleza. Seas quien seas, no hay otro u otra como tú en toda la existencia. Esta información te da derecho a sentir lo que siente un delfín cuando piensa de sí mismo. No conocerás un delfín que se compare con otros, que dude de su capacidad para nadar y tocar su cumbre como criatura del océano. Eso es lo que siente una montaña dominando el horizonte, es lo que siente una mitocondria en una célula, es lo que siente una cigota, es lo que siente un árbol y una pantera. Ellos no tienen un ego que juzga la Vida por debajo de todas las formas como bueno o malo. Esas formas de inteligencia universal, esos diseños maravillosos jamás temen por lo que pensarán los vecinos ni dudan de su capacidad. Una rosa sabe perfectamente que tocará su cumbre como rosa. No duda si no llueve, no se va de la tierra frustrada porque no llueve....espera a que la próxima lluvia le de la nutrición necesaria. Ella tiene la autoestima suficiente como para saber esperar. Espera no porque esté resignada. Espera una nueva lluvia porque sabe y sabe porque ella jamás ha dudado de su plenitud, pese al viento, pese a la sequía, pese a los depredadores, ella se ama tanto a sí misma que su visión como Rosa la guía siempre cada acción que toma como vegetal. Por eso no la verás claudicar en su sueño de ser un día una rosa florecida y fragante. Esa autoestima la tenemos todos los humanos, pero eclipsada por el ego y la hipnosis del condicionamiento social. Desconocemos nuestraverdadera realidad y es que somos el mismo material que construye a la rosa y a la galaxia. ¿Te parece tonta una galaxia con cientos de soles? ¿ Serías capaz de juzgar a la Vía Láctea? No puedes, porque ese juicio te parece absurdo. Pues eres eso mismo. Y el otro al que juzgamos es lo mismo también. Tu materia es su material. Tu material es la rosa. Y el otro al que juzgamos es también la rosa, es también la galaxia, pero no lo vemos porque el ego te dirá siempre que el otro no es bello, que tú no eres bello. La autoestima comienza al reparar de modo intelectual primero, y luego de modo experimental, que tú y cualquier otra forma de vida comparten el mismo destino, el mismo origen y el mismo material. No debes convencerte de que debes amarte, debes "saber" que ya eres amor y en lugar de amarte, debes quitar todos los obstáculos que te eclipsan esto que ya sabes en un nivel profundo: eres único e irrepetible y tu cumbre es tu derecho y también es tu obligación. La galaxia toca su clímax porque jamás ha dudado de su capacidad para seguir una elipse, para contener soles, para llenarse de vida terrestre y quizás extraterrestre. No te amas si tienes que aceptarte pese a todo , solo te amas cuando sabes lo que eres. Y lo que eres no tiene ni remota conexión con lo que piensan tus padres de ti, ni los vecinos de ti, ni tu ex-pareja de ti, ni el gobierno de ti, ni los médicos de ti. Lo que eres trasciende todo concepto, todo juicio, toda etiqueta del ego humano. Eres esa consciencia que existe por debajo de todo lo visto. Eres la Vida que anima todas las formas. Solo cuando esto sea experiencia, la autoestima será real. Entonces ya no necesitarás luchar para demostrar tu valor porque tu valor se da por sentado, del mismo modo que un cielo estrellado te estremece en una noche despejada. Eso que te estremece es tu autoestima proyectada. Has hallado el espacio dónde ningún juicio es posible. Has entrado a saco en la Vida y si logras sentir que eres Vida única debajo de todas las formas, has tocado la cumbre de tu autoestima y a su vez una profunda humildad, la de saber que pese a tu diseño único, todas las formas de la existencia tienen la misma fuente. Por eso autoestima y humildad son lo mism
o.